Ginebra, 3 jul (EFE).- La leyenda estadounidense Lionel Richie encendió este lunes el Festival de Jazz de Montreux, al que llegó cargado de energía y demostrando que su música sigue gustando tanto como hace medio siglo y no sólo entre sus coetáneos, sino también entre generaciones más jóvenes que aprecian su estilo, que por momentos invita al baile y en otros al romanticismo.
Semanas después de ser una de las estrellas invitadas a cantar en la celebración de la coronación del rey Carlos III, Richie se presentó nuevamente en el festival suizo, uno de los más prestigiosos de Europa central y al que acudió por tercera vez, tras dos memorables shows en 2015 y 2020.
Hace ocho años, terminó su concierto invitando al escenario a Quincy Jones para entonar una conmovedora versión de «We are the world», el famoso himno a la paz que compuso con Michael Jackson y que ha cantado esta noche para emoción de sus fans.
Con 74 años, Richie derrochó energía y simpatía, aunque parte del público no apreció del todo la broma que les hizo cuando anunció de forma muy convincente que Diana Ross -quien se presentó el año pasado en el festival- estaba detrás del escenario ya que la había convencido para cantar juntos nuevamente «Enless Love».
La celebración musical siguió con «Dancing on the ceiling», con la que hizo bailar a todo el auditorio, para luego seguir con los monumentales «Hello» y «Say you, say me», canciones que -como varias otras del cantante- forman parte de la historia de la discografía y que dentro de tres días se escucharán también en Marbella.
En la ciudad española, Lionel Richie -estrella por sus innumerables premios, sus más de cien millones de discos vendidos y su longeva trayectoria- ofrecerá ese segundo concierto en suelo europeo para luego retornar a Estados Unidos, donde concentrará sus conciertos hasta fin de año.