Ante la grave situación ambiental en la que está inmersa la cuenca del río Mucujún, que pone en riesgo, en un plazo no muy lejano, el abastecimiento y calidad del agua que consumen los habitantes de la ciudad de Mérida, el caso fue expuesto ante el Consejo Legislativo del Estado Bolivariano de Mérida (Clebm) por los expertos del Centro Interamericano de Desarrollo e Investigación Ambiental y Territorial de la Universidad de Los Andes (Cidiat) a solicitud de los legisladores de la Unidad.
Los planteamientos hechos por los profesores universitarios Elías Sulbarán y Raúl Esteves, quienes buscan en el Clebm un apoyo para accionar en defensa de esta cuenca, lo cual repercutirá en beneficio de la población y el ambiente, fueron respaldados por todas las fracciones, cuyos legisladores se comprometieron a hacer lo que desde sus competencias les sea posible.
Así lo hizo saber la legisladora Liliana Guerrero, vicepresidenta de la Comisión de Ambiente y Ordenamiento Territorial, al término de la sesión ordinaria en la que los expertos universitarios solicitaron con urgencia las actuaciones de los entes oficiales para la revisión y actualización del reglamento de uso de la zona protectora en los términos de viabilidad, compromiso institucional y corresponsabilidad ciudadana.
Durante la exposición, el especialista en el área. Elías Sulbarán, planteó la necesidad que existe de modernizar las redes de distribución de agua para evitar la pérdida del líquido por fuga; la atención de la zona vulnerable a la entrada de la Vuelta de Lola que representa un riesgo para la tubería matriz que va a la planta de tratamiento y la paralización con carácter inmediato de construcciones privadas y públicas hasta que el nuevo Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso entre en vigencia.
Es importante resaltar, dijo Guerrero en referencia a los expuesto por Sulbarán y Esteves, que siendo la cuenca del río Mucujún la fuente más segura e importante para el abastecimiento de agua de la ciudad de Mérida, que tiene un alcance del 70 por ciento de la población, se comience a trabajar desde ya en su protección, pues de ello depende que la ciudad pueda contar con el vital líquido.
“Accionar en defensa de la cuenca del Mucujún implica poner control de la ocupación con el plan de ordenamiento del territorio, pues la ocupación desproporcionada con densidades propias de ciudades y un sostenido incremento de la población en áreas rurales han ido en detrimento de la calidad de agua que consumimos debido a la carencia de sistemas de tratamiento de agua”, expresó Guerrero.
Por su parte el presidente del Clebm, Pedro Álvarez, manifestó que con toda la fuerza que tiene la institución y las atribuciones legales para normar la materia, apoyarán en lo que sea necesario para acelerar la discusión que tienda a proteger todo lo que es la producción de agua para garantizar el desarrollo futuro de la entidad e hizo un exhorto a todas las fuerzas vivas a coordinar esfuerzos para garantizar la producción de agua de calidad en Mérida.
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