Saná, 18 ene (EFE).- El líder de los rebeldes chiíes hutíes, Abdelmalek al Huti, tildó hoy de «ridícula» la decisión de Estados Unidos de designarlos como «terroristas» y preguntó quiénes son ellos para hacerlo, pero para los habitantes yemeníes este paso puede ser uno más doloroso para su ya trágico día a día.
«La clasificación estadounidense del terrorismo es ridícula. ¿Quién es el estadounidense: el estadounidense que patrocina los crímenes sionistas matando a niños y mujeres en Gaza cada día y cada noche. El estadounidense con un historial criminal oscuro, moralmente en bancarrota?», señaló el máximo representante del movimiento respaldado por Irán un discurso televisado de una hora.
«No hay nada que pueda preocuparnos o afectar a nuestra postura. Mantendremos nuestro apoyo como pueblo yemení, nuestra solidaridad y defensa del pueblo palestino y ejerceremos presión por todos los medios, incluida la continuación de nuestra postura de atacar a los barcos vinculados a Israel», indicó.
La designación de Washington llega días después de una campaña de bombardeos de Estados Unidos y el Reino Unido contra objetivos militares del grupo en el Yemen por los ataques de los insurgentes contra barcos vinculados a Israel en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb.
«Ya estamos apaleados»
La designación entrará en efecto el próximo 16 de febrero con la posibilidad de suspender esta decisión si los hutíes cesan sus ataques, algo que todo apunta a que no harán, según las palabras del líder hutí, al menos hasta que no termine «la agresión a Gaza».
Estados Unidos pretende «diseñar» la implementación de las sanciones que acarrea esta medida para que afecten en la menor medida posible a la población civil, ya que esta clasificación es de «Terrorista Global Específicamente Designado» (SDGT, en inglés), en lugar de «Organización Terrorista Extranjera» (FTO, en inglés) porque las sanciones son más leves.
Ante la incertidumbre de las consecuencias que esta designación pueda tener sobre el envío de ayuda humanitaria al Yemen, uno de los países que sufre una de las mayores tragedias humanitarias del planeta, los residentes de la capital Saná -controlada por los hutíes- reaccionaron con cautela.
Aunque el impacto de esta designación no esté definido aún, la gente se prepara para las consecuencias futuras de esta decisión.
En un barrio popular de Saná, Latifa Abbas, una madre divorciada de 43 años con cinco hijos a su cargo, dijo hoy a EFE que igualmente ya viven «apaleados», y mostró su preocupación por el impacto en la ayuda humanitaria, ya que ella depende de organizaciones para garantizar su necesidades básicas.
«Si esta designación implica que no llegue la ayuda, nosotros seremos los que más sufriremos», dijo.
«Ya nos saltamos una comida o dos cada día, la dificultad para tener algo que poner el plato será mayor», lamentó.
Para Yahya Fatira, de profesión carnicero, esta designación «sólo empeorará las cosas para nosotros. Dependemos de las importaciones de ganado, y ahora las dificultades aumentarán», declaró a EFE.
Igualmente, para otros habitantes de esta milenaria ciudad, esta decisión no tendrá ningún efecto, ya que han «aprendido» a adaptarse y a «sobrevivir en estas circunstancias», según afirmó a EFE Ahmad al Seraji, un comerciante de repuestos de automóviles de 30 años.
Tras ocho años de conflicto, la crisis en el Yemen sigue siendo grave, con más de 21 millones de personas -dos tercios de la población- que necesitan ayuda humanitaria.
La guerra entre los hutíes y el Gobierno -que luego se convirtió en un conflicto global por la intervención de Arabia Saudí en apoyo del Ejecutivo- ha provocado un colapso económico.
Los ataques siguen
Al Huti también quiso señalar en su discurso de hoy que los ataques que Estados Unidos lleva a cabo contra ellos en el Yemen no han afectado a sus capacidades militares.
«Afirmamos al mundo entero que la agresión estadounidense-británica contribuirá cada vez más, mientras continúe, a mejorar nuestras capacidades militares. El estadounidense es muy consciente de la diferencia cualitativa del arma utilizada ayer para atacar el buque», dijo.
El responsable del movimiento insurgente respaldado por Irán hizo referencia al ataque de ayer en el golfo de Adén con misiles -que no identificó- contra un buque de Estados Unidos.
En respuesta, Washington lanzó una nueva oleada de ataques contra posiciones de los hutíes.
En un comunicado conjunto de Estados Unidos y el Reino Unido, respaldado por otros ocho países, señalaron recientemente que la decisión de atacar posiciones hutíes en el Yemen estaba motivada también por la defensa del comercio internacional y de quienes transitan por las aguas del mar Rojo, por donde circula casi el 15 % del comercio marítimo global.
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