Por: Rafael de la Cruz
Ayer, 5 de julio, Venezuela conmemoró 213 años de la declaración de independencia. De las complejas razones económicas y políticas que llevaron a este desenlace, una sigue reverberando a través del tiempo: Libertad.
Después de 25 años de un socialismo del siglo XXI que ahogó progresivamente los derechos políticos de los venezolanos, que sacrificó las libertades económicas, y que trató de someter a todo el país a la autoridad de un Estado manejado por unos pocos, se ha levantado un movimiento ciudadano democrático, masivo e imparable con el mismo deseo de libertad.
Las andanzas de María Corina Machado por cada rincón del país dan testimonio de un bravo pueblo que ha dicho basta, y que está decidido a emprender un nuevo camino en el que cada persona tenga la libertad de hacerse una vida digna para sí, para su familia y para reconstruir un gran país con esfuerzo y trabajo honesto. Un país que acoja el regreso de los emigrantes que se vieron forzados a irse y se reunifiquen las familias.
Libertad significa que cada quien pueda pensar y expresar libremente sus ideas sin temor de ser excluido, reprimido o peor. Un país sin perseguidos ni presos políticos.
Libertad significa que los medios de comunicación publiquen sus opiniones y noticias sin ser expropiados, cerrados, ni obligados a vender a personajes afectos al régimen de turno.
Libertad significa que los jueces decidan sobre los casos que se les presentan apegados a la ley, sin permitir al poder político desviar la justicia a su favor.
Libertad significa un Congreso elegido legítimamente por todos los ciudadanos del país donde todas las tendencias políticas tengan cabida y se respete el derecho de todos a tener una voz en los destinos de la nación.
Libertad significa un poder ejecutivo electo por todos los ciudadanos, sin exclusión, y donde todos los que quieran presentarse como candidatos para los cargos de Presidente, gobernadores y alcaldes puedan hacerlo, nuevamente, sin exclusión.
Libertad significa que el Estado no se meta en la vida de los ciudadanos, vigilándolos en cada cuadra, decidiendo a quien les entrega sus vergonzosas dádivas y a quién se las quita.
Libertad significa que quienes quieran invertir para construir una empresa y crear empleos lo puedan hacer sin el temor de ser expropiados en el futuro, con la confianza de que las reglas de mercado serán respetadas y que el Estado actuará con ponderación y seriedad en el manejo de la economía. Libertad significa recuperar nuestra presencia en los organismos financieros internacionales y restablecer el crédito de la República para acceder al apoyo que requiere la reconstrucción del país.
Libertad significa que cada familia pueda elegir con un voucher la escuela a la que llevará a sus hijos para que tengan una buena educación y que los maestros tengan sueldos que les permita vivir y dedicarse a enseñar. Todos los niños y jóvenes del país deben tener no solo el derecho, sino la oportunidad de educarse.
Libertad significa que cada quien pueda acudir al centro de salud que le parezca mejor con un seguro que le permita curarse.
Libertad significa que al final de la vida laboral, las personas tengan una pensión decente, con un apoyo solidario de la nación para quienes ya están jubilados y cuyos ahorros pensionales fueron dilapidados; con apoyo complementario del Estado para quienes están a mitad de su carrera laboral y sus ahorros pensionales no permitirían un ingreso suficiente; y con capitalización individual y apoyo subsidiario del Estado para los jóvenes que empiezan a trabajar.
Libertad significa volver a producir más de 3 millones de barriles de petróleo con inversión privada para ayudar a financiar la recuperación de Venezuela.
Libertad significa desencadenar el cuantioso potencial de hidroelectricidad del país para garantizar energía limpia creciente mientras se va cerrando la era petrolera. Libertad significa encender la luz y que no se apague. Y que llegue el agua limpia que se pueda beber sin enfermar a quien la toma.
Libertad significa tener relaciones con todos los países del mundo, con especial cercanía a los países democráticos y de nuestro continente, y volver a reintegrar al país en el sistema interamericano y en los foros mundiales.
Libertad significa que las fuerzas armadas cumplan su papel de garantes de la soberanía y acatamiento de las reglas democráticas, y reciban el respeto y aprecio que merecen de parte de los venezolanos.
Libertad es vivir en un país respetado internacionalmente, próspero, y del cual estemos orgullosos todos.