Eduardo Ignacio Madrid Vásquez, médico cirujano egresado de la Universidad de Los Andes (ULA) y oriundo de Valera, Trujillo, resultó liberado este 15 de diciembre tras más de cuatro meses de reclusión, luego de que se registrara su detención el 29 de julio pasado, durante la crisis postelectoral, un caso que se convirtió en un emblema de las detenciones arbitrarias ocurridas en Venezuela en el contexto posterior a las presidenciales.
Su liberación marca el fin de una etapa dolorosa tanto para él como para su familia, que desde el inicio denunció la injusticia de su encarcelamiento y exigió su libertad inmediata. Eduardo, de 29 años, vio interrumpida su vocación como médico, un camino que había asumido con pasión y convicción ética, a solo unos meses de haber recibido su título.
Difíciles condiciones de reclusión
El 29 de julio, un día después de las elecciones presidenciales en Venezuela, Eduardo resultó arrestado en Valera por funcionarios estatales. Las acusaciones, que nunca probaron, lo llevaron primero al Centro de Coordinación Policial N.º 2 de Valera, donde permaneció hasta el 25 de agosto. Posteriormente, le trasladaron al penal de Tocuyito, en el estado Carabobo, donde estuvo recluido hasta su liberación.
Durante su detención, su familia alzó la voz en los medios de comunicación y en redes sociales para denunciar la injusticia. Para entonces, Eduardo se mostraba “muy deprimido y ansioso por salir y continuar ejerciendo su profesión”.
La reclusión le pasó factura
Las secuelas físicas de su reclusión no pasaron desapercibidas. El joven, de contextura delgada y sonrisa enérgica, perdió nueve kilos durante su encierro. Aunque asegura que no le torturaron, enfatiza que el mayor castigo para él resultó el impedimento de ejercer su vocación como médico.
Eduardo no es el único miembro de la ULA que quedó privado de libertad. También permanecen detenidos Gerson Morillo, estudiante de cuarto año de medicina; Gustavo Torres, profesor de Ciencias Sociales; y Paúl León, estudiante de Comunicación Social, todos trujillanos que, como él, enfrentan un sistema que ha sido cuestionado por organismos internacionales y defensores de derechos humanos.
Por: / El Carabobeño
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