489 años cumple la segunda ciudad más importante de Venezuela. Capital del primer estado productor de carne, leche, petróleo, y muchos otros productos más, una metrópoli en muchos aspectos, eso hasta nueve meses atrás.
Para el Concejal opositor Leonardo Fernández, desde que inicio el 2018, Maracaibo ha estado sumergida en la desidia gubernamental. Apagones de 15 a 48 horas, decenas de semáforos inoperativos, escasez de agua, protestas por alimentos y falta de servicios públicos, una ciudad a oscuras, en penumbra y sumida en un estado de inercia que mantiene a sus habitantes como zombies. “Hoy Maracaibo está como dice la gaita: marginada y sin un real. No hay gobernantes dolientes, sólo quienes aún confiamos en la fuerza y perseverancia de este noble pueblo, sabemos que aún hay oportunidades”.
Fernández recordó que fue en Maracaibo donde siempre se marcaba la pauta de los avances tecnológicos y sociales en Venezuela. “Parece increíble que la tierra que tuvo por primera vez servicio eléctrico hoy sufra apagones de hasta tres días continuos. La ciudad donde se inauguró el primer banco comercial, hoy vivan inmersos en colas interminables, sólo para obtener un poquito de efectivo. Una ciudad que entre los años 2000- 2012 contaba con una red de transporte moderna, un servicio de calidad en hospitales y centros ambulatorios, un ornato reluciente que hoy ha sido cambiado por tierra, ramas secas y basura por doquier, por eso hoy los marabinos tenemos muy poco que celebrar” puntualizó el dirigente.
El ex presidente del Concejo Municipal de Maracaibo aseguro que no todo estaba perdido. “La ciudad se puede rescatar, sumando voluntades y sirviendo con verdadera vocación. La ciudad no tiene color político, no tiene condición social, debe ser la misma en sus cuatro costados, para el disfrute de los marabinos. Hacia allá vamos, al futuro, seguiremos trabajando desde cada rincón para ser la voz de los que no tienen voz, porque para eso nos han elegido”