Mogyorod (Hungría), 21 jul (EFE).- Charles Leclerc (Ferrari) fue el más rápido este viernes en los entrenamientos libres para el Gran Premio de Hungría, el undécimo del Mundial de F1, que no aclararon demasiadas cosas en el Hungaroring. Donde se rodó muy poco y en mojado por la mañana; y en seco por la tarde. En una jornada en la que los españoles Fernando Alonso (Aston Martin) y Carlos Sainz -compañero del monegasco- se inscribieron octavo y décimo en la tabla de tiempos; y el mexicano Sergio Pérez (Red Bull), en otro día ‘torcido’, decimoctavo.
En su mejor intento de la sesión vespertina, en la que se firmaron los mejores tiempos, Leclerc cubrió los 4.381 metros de la pista húngara en un minuto, 17 segundos y 686 milésimas, sólo quince menos que el inglés Lando Norris (McLaren), segundo hace dos semanas en el Gran Premio de Gran Bretaña. Y con 232 de ventaja respecto al francés Pierre Gasly (Alpine), que marcó su mejor crono, al igual que los anteriores, con el neumático de compuesto blando; antes de que todos efectuasen simulación de carrera.
La jornada fue realmente confusa y hasta el mejor de los analistas tendrá que darle varias vueltas a la tabla de tiempos en su afán por sacar alguna conclusión a unos ensayos en la que el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), líder destacado del Mundial -con 99 puntos de ventaja sobre su compañero, ‘Checo’ Pérez- acabó undécimo; el séptuple campeón del mundo inglés Lewis Hamilton, decimosexto; y su compatriota (y colega en Mercedes) George Russell, último. Eso, después de haber sido el más veloz en una primera sesión en la que sólo trece pilotos marcaron tiempo.
El ensayo matinal, en el que apenas se rodó, con el piso mojado por la lluvia, no sirvió para nada, salvo para que algunos se complicaran la vida, como fue el caso de Sainz y, sobre todo, ‘Checo’, que se accidentaron -sin mayores consecuencias-, provocando sendas banderas rojas que interrumpieron la misma.
Russell, vigésimo al final, firmó la vuelta rápida del intrascendente primer ensayo, en el que Alonso -tercero en el campeonato, en una segunda juventud a pocos días de cumplir 42- marcó el quinto crono y sólo trece llegaron a inscribirse en una tabla de tiempos en la que no figuraban ni Verstappen, ni Hamilton: plusmarquista histórico de victorias en la F1.
Sir Lewis logró ocho de sus 103 victorias en la categoría reina en este circuito. Una cifra que nadie iguala en Hungría, presente en el calendario desde 1986; cuando el país aún pertenecía al bloque comunista, integrando el ya extinto Pacto de Varsovia.
Russell había mejorado en tres décimas y media al australiano Oscar Piastri (McLaren), de lejos el mejor debutante de la temporada y que hubiese merecido el podio hace dos semanas en Silverstone, donde acabó cuarto. El joven piloto ‘aussie’ concluyó la jornada penúltimo, en relación simétrica con su compañero Norris (segundo), por lo que queda por ver si el avance de McLaren, brillante en Gran Bretaña, es del todo real.
El canadiense Lance Stroll, nuevo compañero del astro astur, duodécimo al final, había marcado el tercer tiempo, a un segundo y dos décimas de Russell.
Alonso se había quedado -con el intermedio, igual que los anteriores-, a un segundo y ocho décimas. En una sesión interrumpida en dos ocasiones, con bandera roja, a causa de los accidentes de ‘Checo’ -en otra jornada gris para el bravo piloto tapatío- y de Sainz, quinto en el certamen, a 172 del que fuera su primer vecino de garaje en la F1. Allá por 2015.
‘Checo’ se accidentó a las primeras de cambio. Tocó la hierba y perdió el control de su monoplaza entre la cuarta y la quinta de las 14 curvas del circuito de las afueras de Budapest, dañando la parte delantera izquierda del mismo. Y ‘desnudando’ de nuevo el fondo del coche, que todo el mundo ya había podido ver tras su percance en Mónaco.
El accidente de Carlos, que dañó la rueda trasera izquierda de su Ferrari, provocó otra interrupción -con bandera roja- de la sesión, aunque ésta fue mucho menor que la anterior. El madrileño perdió el control de su coche después de la tercera curva, a falta de quince minutos, cuando sólo habían marcado tiempo tres pilotos.
Tanto ‘Checo’ como Sainz salieron a pista en la segunda sesión -ya en seco y en la que, obviamente, se marcaron las mejores vueltas del día- confirmando que sus averías tuvieron rápido arreglo.
Alonso, que vuelve -casi 20 años después- al escenario de la primera de sus 32 victorias en la F1, marcó el octavo crono de la jornada, asimismo con gomas blandas. El doble campeón mundial asturiano giró 32 veces y se quedó a cuatro décimas de Leclerc. Mejorando en casi medio segundo a Sainz, que el jueves indicó a Efe durante la rueda de prensa de la FIA que su deseo es poder «dedicarle un podio o una victoria» a su recientemente fallecido abuelo el domingo en el Hungaroring. Donde Fernando apuntará de nuevo a la tan ansiada ’33’.
En su regreso a la parrilla, el australiano Daniel Ricciardo, que sustituye en Alpha Tauri al neerlandés Nyck De Vries -y que hasta hace unos días era probador de Red Bull- acabó la jornada con el decimocuarto tiempo. Diez puestos por detrás de su nuevo compañero, el japonés Yuki Tsunoda; en una jornada que dejó prácticamente todo en el aire, con una tabla de tiempos realmente extraña.
En espera de aportar algo de luz a las tinieblas, los entrenamientos libres se completarán este sábado, horas antes de la calificación que ordenara la carrera del domingo, prevista a 70 vueltas para completar un recorrido de 306,6 kilómetros.
En esta ocasión, la cronometrada principal se disputará con el formato modificado; ya que se mantienen las tres rondas eliminatorias (Q1, Q2 y Q3), pero en la primera será obligatorio rodar con el neumático de compuesto duro; y en la segunda, con el medio. Antes de afrontar el tercer y decisivo acto -el que decidirá los diez primeros puestos en parrilla- con las gomas blandas.
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