Las Vegas (EE.UU.), 3 abr (EFE).- La variante ómicron y el aumento del número de contagios en Los Ángeles hicieron que los premios Grammy, los más reputados del ámbito musical a nivel mundial, se mudaran a Las Vegas, y la gran fecha ha llegado: Ya está todo dispuesto en la ciudad del pecado para la celebración.
Al habitual trasiego de turistas y estudiantes disfrutando de sus vacaciones de primavera por el conocido bulevar Las Vegas y la calle Flamingo se les añade en este domingo soleado el aderezo de diversos luminosos y letreros que recuerdan que la 64 edición de los Grammy es hoy en el MGM Grand Garden Arena a partir de las 17.00 hora local (1.00 GMT del lunes).
Un reciento con capacidad para casi 17.000 espectadores y que acogerá unos premios que no tienen claramente definidos a sus vencedores en las cuatro categorías principales: mejor canción del año, mejor grabación, álbum del año y mejor nuevo artista.
Todos los focos apuntan a las jovencísimas Billie Eilish y Olivia Rodrigo para alzarse con el gramófono en la categoría de álbum del año.
En el caso de Rodrigo, también es firme candidata para triunfar en el apartado de mejor artista nuevo, y no se descarta que haga lo propio en el de mejor canción del año con «Drivers License».
«Love for Sale», la recopilación de clásicos del jazz grabada por Lady Gaga y Tony Bennett, cuyo reconocimiento pondría el broche a la despedida de los escenarios del carismático ‘crooner’ también jugarán un rol fundamental en la vuelta a la ‘normalidad’ de los Grammy.
Aproximadamente 8 millones de personas sintonizaron el año pasado la cadena de televisión estadounidense en abierto -CBS- para la entrega de estos premios; la mitad que en 2020, alcanzando así mínimos históricos.
La Academia de la Grabación tratará de revertir la situación en esta edición que se celebra tan solo una semana después de los Óscar 2022, marcados por la polémica acerca de la bofetada de Will Smith a Chris Rock y que ha centrado la atención del público durante toda la semana.
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