Hebert Carrizo
Luego del anuncio presidencial sobre el ajuste salarial surgieron diferentes reacciones, muchas de ellas de inconformidad por parte de los trabajadores, quienes en líneas generales argumentan que lo que devengarán al mes continuará muy por debajo del precio de la canasta básica.
Y es que según el anuncio presidencial el sueldo básico se mantendrá en 130 bolívares, poco más de cinco dólares, mientras el Cesta Ticket estará indexado a los 40 dólares y se continuará con una bonificación mensual especial con un valor equitativo a los 30 dólares, lo que en total rondaría los 75 dólares.
Lo malo y lo bueno
Si bien, el ajuste fue mayor al de marzo de 2022 cuando los 130 bolívares equivalían a 30 dólares, esta vez, el incremento está sobre bonos que no tienen incidencia en el salario integral, es decir, no se reflejan en el cálculo de vacaciones, utilidades y otros beneficios de ley.
Lo positivo, es que el Ejecutivo Nacional habló de indexar estos bonos a la par del dólar, de este modo, la cantidad a pagar mensualmente dependerá de la paridad cambiaria del BCV y no se devaluará tal y como ocurre con los 130 bolívares decretados desde marzo de 2022.
No obstante, con la totalidad de un sueldo mínimo todavía no se cubre las necesidades básicas, pues según el Cendas-FVM al mes de marzo de 2023 se requería alrededor de 510 dólares mensuales para adquirir la canasta básica, es decir, 17 dólares diarios y con el nuevo salario, un trabajador devenga apenas 2,5 dólares por día.
Trabajadores molestos
Esa disparidad molesta a muchos trabajadores, pues esperaban un ingreso más que les permitiera cubrir los actuales costos de vida, sin embargo, algunos analistas financieros sostienen que el Estado no tiene la capacidad de pagar una cifra mayor, pues las nóminas públicas son bastante extensas.
Y en esta ocasión, el gobierno pareciera seguir las recomendaciones de los economistas, quienes han insistido que aumentar sueldos sin planificación para luego ordenar al BCV la impresión de billetes sin ningún tipo de respaldo, termina por disparar la inflación, una situación que ya se ha vivido en años anteriores en Venezuela.
Fedecámaras sin palabras
Importante mencionar que previo al anuncio, se realizaron discusiones por parte de una comisión tripartita (gobierno, trabajador-empleador) que se supone, debería llegar a un consenso, pero la comisión empleadora representada por Fedecámara todavía no se ha manifestado, de hecho, sus voceros están a la espera de que la medida gubernamental se publique en Gaceta Oficial para así pronunciarse en torno al tema, así informó un vocero de la cúpula empresarial en Trujillo.
Por ahora, el descontento continúa entre la clase trabajadora y bajo ese sentir, persiste la crisis social marcada por trabajadores obligados a rebuscar ingresos con actividades adicionales, otros a depender de la ayuda que brindan sus familiares en el exterior, mientras crece la diáspora de venezolanos que renuncian a su país para buscar mejore oportunidades en el extranjero.
Hablan los trabajadores
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