Londres, 10 ene (EFE).- El rostro pelirrojo del príncipe Enrique se ha adueñado este martes de escaparates y mostradores en el Reino Unido con el lanzamiento, precedido por el alboroto y la polémica, de su libro de memorias.
Pese a no crear las colas que generan fenómenos editoriales como Harry Potter, el volumen -titulado en español «En la sombra» y en inglés «Spare» (repuesto)- goza de una tirada masiva que lo ha convertido desde antes de su salida en el más vendido del país gracias a las prerreservas.
La megacadena de librerías Waterstones ha asegurado que es una de las obras con más pedidos anticipados de la última década y también encabeza las ventas de Amazon en el país.
Su contenido pocos misterios encierra.
En primer lugar, porque tras su publicación por error en España la semana pasada, los medios británicos ya han desgranado sus partes más morbosas.
También porque el propio Enrique, hijo pequeño del rey Carlos III, se ha ocupado de lanzar varias cargas de profundidad en las entrevistas de promoción del libro.
Se sabía, por ejemplo, de su pésima relación con su hermano Guillermo, heredero de la Corona, que incluso llegó al enfrentamiento físico. Se conocían igualmente sus peripecias bélicas en la guerra de Afganistán, donde mató, según escribe, a 25 afganos como si fuesen «piezas de ajedrez».
Aunque si algo trasluce de su lectura, desde antes incluso de la primera página, es que se trata del retrato de un hombre todavía joven (38 años) pero atrapado en su turbulento pasado.
«El pasado nunca está muerto. No es ni siquiera pasado». Con esta cita atribuida al escritor estadounidense William Faulkner, que sirve de epígrafe del libro, Enrique marca el tono sombrío de las páginas que están por venir. Y con la misma ingenuidad que recorre toda la obra reconoce cómo se topó con esa frase en una web de citas «inspiradoras».
No duda en desvelar desde el inicio su obsesión con la figura de su madre, la princesa Diana, que murió en accidente de tráfico en París en 1997, o su compleja relación con Guillermo («mi querido hermano, mi archienemigo»), a quien atiza a veces de forma infantil («su alarmante alopecia, más avanzada que la mía»).
LA TRADICIÓN Y LAS APARIENCIAS
Los medios británicos han destacado de «En la sombra» (editado por Penguin Random House) que supone una inmersión sin apenas precedentes en la intimidad de la casa de los Windsor.
Enrique revela cómo los castillos y propiedades reales tienen tanto de tradición como de cartón piedra, una puesta en escena concebida para subrayar la inmutabilidad de la institución: «En Balmoral todo era antiguo o estaba hecho para parecerlo».
Detrás del estilo fluido y literario del texto está la pluma de J.R. Moehringer, quien ya convirtió las memorias del tenista André Agassi, «Open», en algo así como el patrón oro de las autobiografías noveladas.
igual que en aquél, las complicadas relaciones familiares forman el núcleo de «En la sombra». Solo que en este caso, la familia es una de las más seguidas y escudriñadas del mundo.
Chrissy Ryan, propietaria de la librería independiente BookBar, en el norte de Londres, confesaba hoy a EFE sentirse algo abrumada ante la atención mediática que ha suscitado el lanzamiento del libro.
«Muchos periodistas me han preguntado sobre el libro con antelación, aunque no tengo más idea que los demás. Ha habido mucho revuelo, especialmente en el Reino Unido. Y evidentemente los medios están muy emocionados, lo que significa que hay una pérdida de seguridad en torno al libro», dijo.
Ryan recibió sus copias del libro a las diez en punto de la mañana, justo en el momento en que abría su tienda, pese a que normalmente lo hace días antes. Bajo una lluvia pertinaz, ningún cliente esperaba el momento para hacerse con un ejemplar.
«Definitivamente ha dado que hablar y hemos tenido muchas conversaciones sobre él con los clientes (…), pero no diría que tuviésemos colas en la puerta desde las siete de la mañana…», ironizó.
Pese a todo, el hecho de que los grandes establecimientos, como Amazon o Waterstones, hayan rebajado su precio a la mitad, de 28 libras (31 euros) a 14 libras (15 euros) hace que tampoco conciba muchas esperanzas de conseguir grandes ventas del libro.
Y disimulando apenas su escaso entusiasmo por el libro, la librera recurre a la cortesía inglesa para «desear lo mejor a todos los que aparecen en el libro», que no tiene intención alguna de recomendar.
Enrique Rubio
.
.