Las manos que siembran la tierra

En homenaje al Día del Campesino

 

Hoy se celebra en todo el país el Día del Campesino, mujeres y hombres que cultivan la tierra con sudor de su frente, todo, para llevar el sustento a sus hogares y el pan a nuestra mesa, pero en su día, todavía hay mucho que le debemos como sociedad

 

Hoy martes se celebra un día importante en la historia de los medios de producción del país, tiene su origen el cinco de marzo del año 1960 en el Campo Carabobo, el entonces presidente Rómulo Betancourt promulgó la Ley de Reforma Agraria, desde entonces cambió la historia de la agricultura venezolana y partir de esa fecha, cada año se celebra el Día del Campesino.

La Ley de Reforma Agraria dio una luz de esperanza a los campesinos inmersos en un sistema latifundista, en el que siempre estuvieron aislados de la posibilidad de ser partícipes de las tierras que sus manos laboriosas trabajaban. En la actualidad, se reconoce un poco más el trabajo de todos los hombres y mujeres que trabajan día a día los campos venezolanos, pero siguen las injusticias.

 

Los campesinos nos necesitan

 

Aunque se ha fomentando e incentivando el desarrollo agrario del país para continuar la importante labor de trabajar la tierra productiva, los campesinos siguen siendo uno de los eslabones más débiles en la cadena de producción y en la población actual del país, aunque su labor es fundamental para la supervivencia alimenticia de la población, muchos de ellos siguen sin seguro médico, educación, servicios básicos, sueldos dignos y más.

En el estado Trujillo una gran cantidad de la población se encuentra distribuida en las zonas agrícolas, donde la principal fuente de ingreso es el cultivo y la cosecha de rubros como las hortalizas, verduras y frutas, de la que destacan la papa, los champiñones, el café, el maíz, la zanahoria, la fresa y más recientemente cultivos dispersos de trigo.

 

Cada día es más cuesta arriba

 

Además de los problemas que deben enfrentar los trabajadores de la tierra en su salud, educación, traslado y economía, el dilema de los altos costos de las semillas, agroquímicos y los abonos complican la labor, también hay productos totalmente desaparecidos del sistema de compras agrícolas y los alimentos para la cría de animales que les dan sustento empeora su panorama.

Todavía en la actualidad siguen arando las montañas trujillanas con yunta de bueyes, por lo que requieren animales sanos y capaces, la maquinaria empleada también requiere mantenimiento y los repuestos siguen siendo un problema para el productor, muchos se han visto obligados a reducir o a cambiar su siembra para adaptarse a la crisis, lo que influye también el costo final que pagan los consumidores.

 

El hombre ha destruido la tierra y el clima

 

De la voz de los mismos productores de alimentos orgánicos surgió este llamado de atención, los incendios forestales han destruido la riqueza mineral y nutritiva de la tierra, haciendola también más débil, lo que en la temporada de lluvia produce deslizamientos en las carreteras, situación alarmante en municipios como Boconó. Con tierras de menos calidad necesitan más ayuda química y se transforma en un círculo vicioso.

Por otro lado el calentamiento global ha golpeado las cosechas, las temporadas de lluvia y verano, que son las únicas estaciones del país se ven afectadas, cada día llueve menos y caen lluvias intermitentes en momentos del año inesperados, dañando a los cultivos, causando pérdidas a los campesinos.

 

En los campos hay trabajo infantil

 

Cada día más niños y adolescentes se suman a las labores del campo para ayudar con el sustento del hogar, dejen las escuelas rurales y trabajan con su familia en la siembra y cultivo, horas bajo el fuerte sol del páramo, jornadas sin descanso, poco alimento y agua potable, trabajo forzado de alto impacto para sus frágiles manos, ante esta situación que no es nueva se han tomado medidas, pero es una realidad campesina, trujillana que no puede ser negada.

Los campesinos son el motor de nuestra economía, no solo cultivan nuestros más nutritivos alimentos, si no, que también cultivan el alimento vegetal de gran parte del país, Mérida, Tachira y Trujillo son los pilares de la agricultura, así que su importancia no se discute, pero requieren mayor apoyo de los entes gubernamentales, de la misma sociedad civil y la población de consumo, los hombres que siembran la tierra son un patrimonio material y cultural para el país .

 

Honor a nuestros campesinos

Un día como hoy hay que replantearse cada verdura y fruta que hay en nuestros hogares, como ese alimento fue cultivado y llegó a nuestras manos, valorar la capacidad de las manos que siembra vida nos cambiará como sociedad y como seré humanos.

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