En Colombia, Perú, España y la India se han desarrollado propuestas de ataúdes ecológicos, elaborados a base de cartón piedra, bambú, papel y otras fibras vegetales. En la ciudad de Maracay y Barquisimeto se experimentó con ataúdes de cartón, y aunque en el estado Trujillo se elaboran aún con madera, mdf y latón, la crisis económica y los altos costos lleva a replantearse las inhumaciones para no quedar endeudados
Por cultura y religión los venezolanos cumplen con velorios por más de 10 horas, en casa funeraria o en la que fuera hogar del infortunado, entre alfombras, altar, velones, coronas, crucifijos, candelabros, comida y café, pero tomando en cuenta que solo por el ataúd se puede pagar Bs. 50.000.000,oo, gran parte de las familias deben pensar en alternativas, para cumplir con el deudo sin quedar endeudados.
Otras culturas por ejemplo en Colombia, Perú, España y la India han implementado desde hace décadas el uso de otro tipo de ataúd, elaborado en material reciclado y biodegradable como el cartón piedra, bambú, papel y otras fibras vegetales. Entre tanto, el uso de estas alternativas es de manera directa para el sepelio, dejando a un lado el acto velatorio extenso.
Experiencias
Pero en nuestro país, la inventiva se puso a prueba. Según trabajo realizado por periodistas de AFP y publicada en varios medios digitales en agosto de 2016, denominada: Ataúdes de cartón: la muerte en Venezuela también está por las nubes, quedó en evidencia la alternativa en féretros ecológicos y económicos, llamados biocofres, para quienes no cuentan con millones de bolívares que le permitan “morir en paz”.
Los emprendedores de Barquisimeto, estado Lara y Maracay, estado Aragua, revelaron cómo se convirtieron en la alternativa de las personas de bajos recursos que necesitaban un ataúd, con las condiciones mínimas para el sepelio y aunque no cuentan con la aprobación de la Cámara Nacional de Empresas Funerarias, el biocofre ha sido la alternativa ante la crisis económica.
Entre tanto, las consultas a empresas funerarias trujillanas arrojaron datos sobre la inclinación a la adquisición de productos en carpinterías locales y emprendedores, que con previo conocimiento de féretros apuestan por el uso de mdf y cartón piedra, para la fabricación, pero con el conocimiento en el uso de fibras vegetales que tienen los trujillanos, por ejemplo en el municipio San Rafael de Carvajal, Candelaria y Carache, solo por nombrar alguno.
Ley
Según la norma vigente de Sencamer, antes Covenin número 2078 de 1989 sobre los tipos de ataúdes aprobados para inhumaciones en el país, refiere a la fabricación en madera y láminas de hierro de los cajones, clasificados en: latouche de tapita, (el básico), latouche de tapa redonda, angelical y catedral, además de la clasificación “no básicos” con múltiples características de ornamentos, lujos y estilos; pero los componentes básicos de fabricación es madera y metal.
Por su parte la Ley para la Regulación y Control de la Prestación del Servicio Funerario y Cementerios (2014) establece que el ataúd: “debe ser un cajón de madera, metal u otro material autorizado”, lo que deja abierta la posibilidad de actualización en la fabricación de las urnas, cumpliendo con los parámetros legales para el servicio.
Morgue
Solo en lo que va de año, más de 20 cuerpos han sido abandonados en los recintos de salud del estado Trujillo, por lo cual deben ingresar de manera obligatoria a la morgue hospitalaria del Pedro Emilio Carrillo en Valera o a la morgue forense, si se trata de casos trágicos.
Personas de la tercera edad, a quienes no se les conoce familiares, se enferman y fallecen y nadie responde por su sepelio; de igual manera en las calles hay indigentes que sufren violencia y son asesinados y también quedan a la deriva; existen casos de abatidos por los cuerpos de seguridad que son oriundos de otros estados y las familias no se enteran que murieron, o si lo hacen prefieren no reclamarlos ante el millonario gasto de preparación, traslado y sepelio.
La responsabilidad al final de cuentas, la absorbe el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), que aunque no tienen recursos económicos, logran con apoyo de la alcaldía un espacio en el Cementerio Municipal de Valera, para la inhumación en fosas comunes de todos los cuerpos abandonados o no reclamados.
Es una situación que afecta la sensibilidad humana y por ello debe pensarse, analizarse y ofrecer alternativas de solución; las muertes no van a terminar y los precios seguirán subiendo, mientras que la gente se muere y no hay recursos ni para la urna ¿Cómo se afronta la situación?
Problema
Sería un problema ante la agravante crisis, que se multiplicaran los casos de abandonos de cuerpos y en vez de 20 inhumaciones en un trimestre, se necesite la urgencia para 52 cadáveres, tomando como referencia la mitad de ingresos trágicos registrados en el mes de noviembre de 2017, eso sin contar los fallecimientos hospitalarios.