El gobierno de Nicolás Maduro decidió que las escuelas públicas y privadas mantengan su horario regular sin modificaciones, a pesar del ajuste en la jornada laboral de la administración pública nacional ante la crisis energética provocada por la sequía.
Según una circular emitida por el Ministerio de Educación, mientras ministerios, gobernaciones y alcaldías reducirán su jornada de trabajo de 8:00 de la mañana a 12:30 de la tarde durante seis semanas, las escuelas y colegios deberán funcionar con normalidad.
«Todas las instituciones educativas oficiales y de gestión privada, en cualquier ubicación/sede, se mantienen en sus actividades regulares de lunes a viernes, en los horarios establecidos desde el inicio del año escolar», informó.
Bajaron los niveles de los embalses
Las autoridades justificaron estos cambios como parte de un plan para mitigar los efectos del calentamiento global y la baja en los embalses que generan energía en la región andina. Sin embargo, en el comunicado oficial no se explican las razones por las cuales el sector educativo ha sido excluido de la reducción horaria.
Mientras que el personal administrativo de los ministerios trabajará bajo la modalidad 1×1 (un día laborable por uno no laborable), docentes y estudiantes deberán mantener su rutina sin cambios.
La situación, como lo planteó el régimen en su alarmante comunicado, supone que podrían intensificarse las fallas eléctricas, ya persistentes y comunes en varias zonas de Venezuela.
«Durante el día laborable, los trabajadores públicos complementarán su horario especial apoyando el fortalecimiento de las salas de autogobierno comunal, cumpliendo labores inherentes a la consolidación de los circuitos comunales como órganos fundamentales del poder popular», dijeron las autoridades.
Se exhortó además a la ciudadanía a colaborar con otras medidas de ahorro energético, como el uso eficiente de los aires acondicionados, la desconexión de equipos eléctricos y el aprovechamiento de la luz natural.
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