Las Delicias, zona residencial que emergió décadas después de la fundación de la ciudad; sus casas bien construidas, alinderadas de acuerdo a la planificación de la época, es un sector consolidado desde sus inicios.
Se estima que Las Delicias se terminó de apuntalar como núcleo urbano a comienzos del siglo XX, cuando el ayuntamiento de entonces le dota de los servicios, en especial de agua potable, alumbrado público, recolección de los desechos, vigilancia, etc.
Una avenida corta de un tajo a Las Delicias y La Ciénaga; por lo tanto, muchos de sus personajes hacían de las suyas en ambos sectores. Prácticamente la línea divisoria jamás existió, porque la fraternidad y la camaradería entre sus habitantes fue una sola. No hubo distinciones.
Las Delicias es una zona que se separa de La Ciénaga, gracias a la avenida 16; es el límite entre aquel sector y la barriada de numerosos personajes populares.
En Las Delicias existe la hermosa iglesia, San José, construida por monseñor doctor Dámaso Cardozo en la década de los cincuenta.
Los populares
Las Delicias, pese a la cercanía con La Ciénaga, tuvo sus propios personajes y por supuesto su cargamento de anécdotas, por cierto muy largas de contar en un simple reportaje.
Cleto, y el famoso Reo, hicieron de las suya el lugar, junto a ellos se recuerda a Pan y Cuca. La Vieja Ramona, con su garrote listo para asestárselo a cualquier desprevenido peatón; el Genovevo, Verano, Bichito Malo, la Coca, Pildorín, el Pellejo, el Tonto Raúl a quien llamaban Mata Perro.
Cine a un real
Del cine Delicias, fundado hace más de 50 años por Luigi Vignoni, se dice que el domingo era el mejor día, presentaban funciones desde las 10 de la mañana, hasta las 7 de la noche, la entrada general era a real, el patio a bolívar, el palco a 1,50.
Al frente del cine quedaba una famosa refresquería en donde se reunían todos, era como el sitio de encuentro. Se vendían los afamados plátanos maduros rellenos con queso y huevo, la popular vitamina levanta muertos, el plátano costaba un real y la vitamina a bolívar. Hablamos de los años 60.
El Culebro’s Club
Otro lugar emblemático, fue El Culebro’s Club, sitio de diversión por excelencia del lugar. La esquina de El El Culebro’s fue famosa desde hace más de siete décadas. Uno de los encargados del bar, quizás de los más antiguos de Valera fue Alfonso Briceño, nativo de Mendoza, mejor conocido, como “El Culebro”. Se afirma que el popular aposento de contertulios y peñeros se remonta a 1944, cuando se inicia con Juan Ramón Araujo, luego le sucede Juan Abreu, quien a la vez manejó el famoso aposento de hetairas del «Dandy»; luego pasaron Cenovio Cacique, Faustino Pérez y luego, el más célebre, el “Culebro”, es decir, don Alfonso Briceño.
El Culebro’s Club funcionó hasta hace pocos años, ubicado en la calle 13, antigua calle Piñango y avenida 15, antigua calle Arismendi. En las memorias del Culebro’s, quedaron grabados nombres como: “El Pellejo”, Diego Suárez, “Pelo e´ Cochino, el “Loro Careto”, el “Loco Cupertino”, “El Perrero”, Alirio Arandia, “Barrabás”, “La Rata Díaz”, entre otros tantos que se pasearon por aquí, como Teófilo Briceño, «El Cambure» hermano de “El Culebro”. Allí todos los 25 de diciembre tenían por tradición cerrar la calle y brindar en un gran reencuentro. La parranda era grande.
Antes de existir el bar, en esos terrenos funcionó un campo de fútbol auspiciado por el padre Chacín.
En las inmediaciones residieron el famoso Pan de Leche Gamboa y doña Débora conocida popularmente como La Negra. Pan de Leche fue un tremendo centerfield y primera base del equipo Proletarios, una de las más aguerridas novenas que tuvo Valera del llamado béisbol romántico.
El sector Delicias contó con, doña Bernarda, la eterna copeyana, amiga personal de Rafael Caldera quien la visitaba cada vez que venía a Valera. Era una líder en el callejón de la 14. Doña Bernarda tenía mucha influencia políticamente, su bodega era de las más visitadas. Trabajó mucho por su vecindario, según el testimonio del lugareño, Guillermo Riveros.
El Delicias BBC
Delicias como fuente deportiva contó con una de las divisas peloteriles de mayor arraigo en Valera, El Delicias BBC, acérrimo rival de Proletarios, nos rememora Pedro Hernández.
Por el se uniformaron: Candelario Jerez, Alfonso “Culebra” Briceño, Eduardo Fajardo, Daniel Venegas, Alfonso Ramírez, Cucho Carreño, Gilberto Verde, Pepe Aguilar, Ramón Paredes, Antonio Matheus, Enrique Labastida, Miguel Vetencourt, Antonio Vilorta, Ramón Vilorta, Adad Guerrero y Alfonso Abreu, Teófilo “Camburito” Briceño, Rodolfo “Brujo” Briceño, Rafael “Coca” Abreu y Hugo Caldera, Ángel “Chico” Sulbarán, Ramón Fliti, Juan Ramón Araujo, Pedro Briceño, entre muchos más quienes pasearon su calidad en los diamantes del Cambómboro, El Salesianos, La Plata y El Frigorífico en El Milagro, hoy estadio Mario Urdaneta Araujo. Época dorada de la pelota valerana.
Dos equipos de ciclismo
En la zona, el ciclismo fue también muy popular. Hubo rivalidad entre los equipos que auspiciaba la bodega de Jesús Toro, Torito y la bodega El Chico de Antonio Viloria.
La salida y llegada era en la bodega de Chico y los grandes rivales fueron los ciclistas Reinaldo Antequera y Andrés Avendaño. Los triunfos se lo repartían entre ellos.
De los bodegueros
Los bodegueros, Antonio Viloria y Miguel Cifuentes, fueron emblemáticos del lugar. Viloria se encargaba de recoger a todos los que vendían arepas y los llevaba a su negocio de grandes mostradores donde cada quien colocaba su mercancía. Eso estaba ubicado al final de la 14. También se recuerda a Miguel Sifuentes y sus famoso propinas y pepero, si uno gastaba un bolívar el echaban un garbanzo, por un real le colocaban una arveja, luego se reunía el frasco lleno y se contaban las pepas, dependiendo de la cantidad el premio era de una caja de chicles Adams, una chupeta, un real de mortadela, según extrae de su memoria Otto Hidalgo.
También fungió una llamada, El Pobre Negro Trino. Era el abasto del lugar ubicado frente al Papi y Mami, otra bodega la de Egisto Gonzales frente a la iglesia San José. De los bares más concurridos eran, El Chico en la avenida 16 con 14 y El Porvenir en la 15 con calle 14. “Recuerdo que frente al Chico existió la refresquería el Mercadito famoso por las vitaminas”, nos refiere el cultor popular, Pedro Hernández.
Otra bodega muy conocida, que aún existe es La Topacio ubicada en la avenida 14 con calle 14.
Más lugareños
Allí residió, el bonhomía coronel Guillermo Parra García (fallecido en 2017), quien contrajo matrimonio con la conocida cantante venezolana, Rosalinda García. Otros que habitaron el lugar fueron: don Faustino Díaz, Nelson Díaz, la popular Rata y el Chema, El Pajarito Montenegro, quien después de cortarle el cabello a El Torito, le decía: ¡Ole, Toro! Juan Valera, conocido del béisbol trujillano. Uno de sus récords es su asistencia a más de veinte campeonatos nacionales como pítcher estelar de las novenas trujillanas.
La cuna de Gladys Mota
Gladys Mota, ella era de la exquisita avenida 16 con calle 13 y 14 sector Delicias. Al papá de Gladys Mota, el señor Gutiérrez, le decían el practicante, salía en su moto Vespa a donde lo llamaran. Lo del practicante era que hacia funciones de enfermero, con masajes, inyección para los dolores, con recetas que elaboraba para los expendidos de medicinas.
Lugar alegre y expresivo
Escribió el cronista, La Riva Vale que, Las Delicias, según algunos, debe su nombre a aires frescos que descienden de las alturas escuqueñas y ondean y hacen suave su ambiente, donde sus pobladores vivían en pleno su aspecto alegre y del modo de ser amable y acogedor de los pobladores, que hacen grato el sector para vivir, para buscar en él solera, definición temperamental que envuelve alabanza para el lugar, engendra el nombre ampliamente expresivo y da prestigio a los que lo habitan.