Gabriel Montenegro
Fuente: Insight Crime.
Apodos como «El Vampi», «El Beto», el Brujo», El Viejo», «El Koki», «Danielito» y paremos de contar, son solo algunos apodos de sujetos que actuando al margen de la ley lideran y dirigen grupos de delincuentes que se han dado a la tarea de aterrorizar amplios sectores de la sociedad, implementando para ello la amenaza, la extorsión, el terrorismo y cometiendo crímenes atroces que rayan en lo inimaginable, debido a su violencia y práctica de odio y venganza.
Esto ha puesto de manifiesto la campante inseguridad a nivel nacional y demuestra, que ni los cuerpos de seguridad, ni las actuales políticas en materia del combate al hampa han sido efectivas para poner a raya a diversos grupos organizados o «estructurados de delincuentes», tal como han sido catalogados por los cuerpos militares y los organismos que están dedicados a combatirlos. En síntesis estos «líderes» hamponiles se han convertido en los dueños y señores de territorios en los cuales residen y actúan.
El Koki el más «célebre»
En este contexto El Koki se habría convertido en unos los hombres más poderosos en la Cota 905, parte de una megabanda que sumaría unos 180 hombres (contando a los que miembros de todas las pandillas que la conforman, y que se dedica al tráfico de drogas, el secuestro y la extorsión y el robo de vehículos en diferentes barrios de Caracas, de acuerdo a InSight Crime. Mayorca y Rísquez coinciden en que el secuestro fue una de las actividades más importantes encaradas por la banda de Revete.
Revete es además buscado por asesinato por la justicia de Venezuela, de acuerdo al Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información. Y, según InSight Crime, Koki está también acusado de robo y tráfico de estupefacientes, entre otros crímenes, aunque Rísquez resalta que en Venezuela es cada vez más difícil acceder a los documentos oficiales que permitan confirmar estas acusaciones. Se desconoce cómo se declara ante estos cargos.
Sus aliados más importantes serían El Vampi, según se asegura ya abatido por los cuerpos de seguridad, presunto jefe de la banda, y Garbis Ochoa Ruiz, alias «El Garbis» y lugarteniente del Vampi, en igual nivel jerárquico que Koki, según Rísquez.
Pero el Koki es el personaje más mediático de esta organización criminal, según Rísquez, y las autoridades han llegado incluso a ofrecer recompensas de entre 20.000 dólares y 500.000 por información que lleve a la captura de miembros de la «banda del Koki».
¿Quién es exactamente el Koki, el criminal que mantiene en vilo a Caracas y al gobierno de Maduro?
Según InSight Crime, un centro de estudios sin fines de lucro que rastrea el delito organizado en América Latina y el Caribe, Revete nació en 1978 en los barrios populares de la capital venezolana, pero poco se sabe de él hasta el año 2013, cuando fue acusado de haber asesinado a Greiber Danilo Alonso Lucas en la Cota 905.
Revete, prófugo de la justicia, no se ha pronunciado públicamente sobre esta acusación y CNN no ha podido determinar si tiene representación legal. Rísquez agrega que nunca ha estado en prisión ni en custodia.
«El Cagón» y los Cáscaras en Trujillo
En nuestro caso en la región trujillana también tenemos nuestro «Robin Hood» negro…una especie de héroe sórdido y a la vez bandido muy peligroso para la sociedad e integridad regional.
Sobre él Vladimir Ladera expresa que: «El mundo policial lo conocen como “El Cagón”, pero el hampa lo llama “El Patrón”. Darwin Antonio Rivas García, apenas sobrepasa los 26 años de edad, en tan corta vida, es líder de una mega banda de peligrosos criminales que no solo se dedican a matar, también extorsionan y atracan con impunidad, sus tentáculos llegan a los estados Zulia y Trujillo.
Al parecer el delincuente tiene oídos en los diversos cuerpos de seguridad del Estado, supuestamente, policías en confidencia lo protegen y por esta razón no han logrado atraparlo, se mueve como por pez en el agua.
A los 15 años, presenció el asesinato de su tío, en manos de “Los Cascaras”, cuando se resistió al robo en su finca. Pudo salvar su vida tras esconderse debajo de un carro, momentos en que se produjo el referido homicidio, el suceso ocurrió en el Junquito, zona rural de Trujillo, fue el único sobreviviente.
Después del asesinato de su tío, en 2010 abandonó sus estudios en la Escuela Técnica El Araguaney en Trujillo, para ser miembro de la banda de “El Satanás”, cuyo líder de pandilla le ofreció al adolescente poder y respaldo delictivo.
Arnoldo Rivero, en agosto de 2011, murió en un supuesto enfrentamiento con funcionarios de la policía municipal de Baralt, en el Zulia. “Satanás”, era acusado de crímenes perpetrados en cuatro estados del país, Zulia, Trujillo, Mérida y Lara.
Argenis Antonio Vázquez, de 25 años, apodado “El Mojito”, pasó al frente de la patota, otro de los más buscados en el estado Trujillo, por atentados en el Eje Panamericano. Su liderazgo no duró mucho, murió en 2012 y “El Cagón”, pasó a liderar la banda, integrada por más de 30 hombres.
Ojo por ojo y diente por diente
En 2016, consumó su venganza contra la banda rival “Los Cáscaras”, con tan solo 20 años, masacró a 11 personas en Santa Isabel, Trujillo, en una propiedad del cabecilla, Yohelby José Bastidas.
Baleados y decapitados murieron Rogelio Antonio Azuaje, 55 años y sus dos hijos Harrison Serrano, 16 años y Jean Carlos Azuaje Bastidas, 27 años; Yerrison Díaz Arandia, 26 años, Daniel Antonio Simancas Hernández ,18 años, Yovanis Antonio Azuaje Castellanos, 33 años, y su hijo Yohandri José Azuaje Terán, 15 años, Aníbal Enrique Batista Rivero, 36 años, y su hijo Aníbal Enrique Batista Azuaje, 17 años, Clodoveo Antonio Montaña Azuaje, 43 años y Alberto Díaz Patiño, 76 años.
El hampón, tiene que ver con más de 40 asesinatos, es un criminal en serie. Además, cobra vacunas a los agricultores en el eje Agua Viva – El Encanto y la carretera que comunica con el municipio Baralt, Costa Oriental del Lago
Rivas García, está ubicado en la lista de los 10 más buscados por los cuerpos de seguridad en los estados Zulia y Trujillo, relacionados a una serie de eventos violentos.
Según, fuente extraoficiales, miembros de esta organización criminal, está integrada por parientes de “El Cagón”, sujetos que tienen tareas diferentes que a la de matar.
Algunos se encargan de la logística de los criminales para que se movilicen, otros buscan gasolina, alimentos, cobro de vacunas y pagan la lealtad de la gente que protege a los villanos.
Cercanos al referido delincuente sienten pánico de denunciarlo. Los criminales infunden terror en los barrios y en ciertos momentos funge de Robín Hood para pasar desapercibido.
Posee un arsenal de armas de guerra que cuerpos de seguridad desconocen y no poseen para enfrentar al grupo de sanguinarios.
Homicidios perpetrados por “El Cagón”
El 29 de mayo del pasado año 2016, perpetró la masacre de 11 personas en sector Caño de los Muertos de Santa Isabel, municipio Andrés Bello, , según eran allegados a la banda de «Los Cascaras», fueron masacrados a plomo y decapitados, además de ello se le achaca un centenar de victimas por otros motivos y hasta ex-miembro de su propia banda, sin olvidar a funcionarios policiales y militares asesinados.
En síntesis, en Venezuela vivimos un momento muy delicado, no solo desde el punto de vista del colapso económico y de los servicios básicos, sino estamos además expuestos al plan hegemónico de las bandas irregulares, que conscientes de su poder de disuación, el miedo que general a la sociedad y el temor de los cuerpos de seguridad para combatirlos, se han vuelto dueños y señores, no solo de amplias zonas urbanas y rurales, sino hasta de parte de la vida ciudadana.