Bogotá, 6 mar (EFE).- La Superintendencia de Transporte de Colombia tomó la decisión de «someter a control» a la aerolínea Viva Air, que la semana pasada decidió suspender todos sus vuelos, y solicitó a la Superintendencia de Sociedades admitir a esa aerolínea en el proceso de reorganización empresarial, informaron este lunes fuentes oficiales.
Eso implica que la aerolínea de bajo coste no puede desarrollar actividades como vender sus bienes o modificar los estatutos sin autorización previa del ente de control, entre otros asuntos.
La decisión la adoptó esa entidad a través de una resolución que tiene fecha de 3 de marzo de este año por la cual «tomó la decisión de imponer la medida de sometimiento a control a la aerolínea Fast Colombia S.A.S., en proceso de recuperación empresarial, la cual se notifica este 6 de marzo».
El documento explicó que la decisión se debe a la situación económica y administrativa por la que pasa la compañía y que «afecta directamente la prestación del servicio público de transporte aéreo y a los usuarios de dicho servicio».
Igualmente, Viva Air debe dar respuesta a los pasajeros sobre el estado de las reservas aéreas emitidas y confirmadas. Esto también incluye la venta de pasajes a través de las agencias de viajes.
El documento indica también que, en caso de que Viva Air incumpla las medidas establecidas en el sometimiento a control, se ordenará la remoción de los administradores y revisor fiscal.
OTRO PASO MÁS
El pasado 1 de marzo, la Superintendencia de Transporte abrió una investigación administrativa y formuló cargos contra Viva Air por suspender súbitamente sus operaciones afectando a los usuarios
Adicionalmente, la entidad impuso una «medida administrativa» en la que le ordena a Viva «que desarrolle un plan de atención a usuarios con el propósito de enfrentar la situación presentada con esta decisión».
Ese mismo día, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, advirtió que de ser necesario podría intervenir el mercado aéreo a fin de garantizar que los actores del mercado de la aviación se comprometan a seguir operando en condiciones que beneficien a los usuarios.
En esa ocasión, el ministro Reyes dijo que la Aeronáutica Civil (Aerocivil) continuará con el proceso de revisión de la integración solicitada por Avianca y Viva, dentro del «debido proceso administrativo».
Avianca y Viva Air apelaron en noviembre pasado una decisión de la Aerocivil de rechazar la integración de ambas compañías al considerar que esta puede generar una indebida restricción de la competencia.
Por otro lado, decenas de trabajadores de Viva Air marcharon en Bogotá por los «despidos masivos» de esa compañía, al tiempo que pidieron al Gobierno intervenir para salvar los empleos que se pierden por la quiebra de la empresa.
La compañía, que tiene su centro de operaciones en el aeropuerto José María Córdova (Medellín), opera 35 rutas internas y vuelos a Argentina, Perú, Brasil, México y República Dominicana.
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