DLA.-Una constante en el trabajo coreográfico y escénico de la bailarina Larissa Vesci en los últimos tiempos, ha sido el acercamiento a mujeres míticas e inspiradoras que han sido musas gitanas de génesis literaria y religiosa en el imaginario colectivo, como Carmen, Esmeralda, Candela, Tekethusa, Kali, Sarah la Kali y la Virgen del Rocío.
Al ser consultada sobre la razón de esa inspiración, la danzarina oriunda de Aragua hizo una máxima revelación, todo proviene desde que conoció a David González López, conocido artísticamente como Zaafra, que fue un pintor, artista plástico e ilustrador profesional español, muy ligado al mundo del flamenco, quien alcanzó fama mundial por sus retratos del Rey Juan Carlos de España, Federico García Lorca, Monserrat Caballé, Paco de Lucía y Camarón de la Isla; y para orgullo venezolano, la venezolana Vesci fue la última musa de este legendario pintor.
Zaafra se inspiró en Larissa para la elaboración de su obra: “Los ojos perciben la belleza, el corazón la siente», que le entregó como regalo cuando ya los efectos de tantos años de trabajo con lo que fue su gran pasión y virtuosismo hacían mella en su salud y apagaban su vida terrenal antes de convertirlo en leyenda de las artes plásticas.
Fue en ese gesto y en lo que sintió cuando Zaafra le entregó el cuadro, cuando Larissa Vesci decidió que pasaría de ser danzarina inspiradora a convertirse en artista inspirada por otras míticas bailarinas, que a partir de allí han sido la materia prima de sus obras de danza teatralizada: ‘Musas y Duende’, ‘Musas gitanas’ y “La danza de la vida”. , en homenaje a damas que dejaron profundas huellas en la danza, tal como lo hace ella que deja en alto el nombre de Venezuela por Europa y Oriente Medio.