Larissa Vesci brilla con luz propia en  el V centenario de Miraflores de la Sierra, de su concesión como villa

La bailarina venezolana es también considerada una danzarina emblemática en esta localidad del norte de Madrid.

Larissa Vesci danzarina nacida en Venezuela y mirafloreña de corazón.

Este 2023, Miraflores de la Sierra, localidad española del norte de la Comunidad de Madrid ubicado en la Sierra de Guadarrama y perteneciente a la Comarca de la Cuenca Alta del Río Manzanares, cumplió 500 años de la concesión como villa por parte del Rey Carlos I de España.

En esa pintoresca  localidad de aire rural y aristocrático se conjugan naturaleza, tradición agrícola y pecuaria, historia, un parque natural protegido que es un refugio de biodiversidad, fuentes naturales, cultura, leyendas de “brujas” y territorio que ha acogido a ganadores de Premio Nóbel que eligieron a Miraflores como segunda residencia o estancia de verano, tales como, Santiago Ramón y Cajal (Nóbel de Fisiología y Medicina, 1906) y Vicente Aleixandre (Nobel de Literartura, 1977) . Al respecto, es importante destacar  que este último se estableció en la villa convirtiéndola en fuente de inspiración de su obra.

Algunos políticos de alta jerarquía, tal como un ex-presidente de gobierno (Felipe González), actores o actrices de renombre, como por ejemplo, Carmen Maura y la diseñadora británica  Yvonne Blake (ganadora del Oscar al Mejor Diseño de Vestuario, 1971), también han formado parte de los ilustres habitantes de Miraflores de la Sierra y, para completar el cuadro que le hace tan especial a ese lugar etiquetado como uno de los pocos “Pueblos Mágicos de España”,  existe allí un guiño a  lo sobrenatural que  también ha identificado a esta población desde hace varios siglos; se trata de la leyenda de María Manzanares (s.VII), considerada “hechicera” por parte de los lugareños y, cuyos ecos de su historia personal aún resuenan en la Sierra de Guadarrama.

En este contexto es sorprendente para muchos saber que la bailarina emblemática de Miraflores de la Sierra es una venezolana: Larissa Vesci.  Si hay una cualidad que define a Larissa es el misterio. No hay persona que le conozca de cerca o de lejos que deje de definirla con ese halo. Ella, aunque no lo ve así lo  atribuye probablemente a la preservación de su privacidad como bien más preciado, búsqueda de libertad individual y muy posiblemente debido  a su crianza al haber nacido y crecido en un ambiente militar y político en el que “a los niños se les educaba con reglas muy estrictas recalcando el valor del hermetismo y la discreción”.

Tras casi quince años de residencia en Miraflores de la Sierra, Larissa hoy se considera mirafloreña, de hecho, los propios lugareños la  consideran así.

 

¿Eres bailarina o bailaora, cuál es el término que más se adecúa a tu arte?

.- “Ni bailarina ni bailaora, prefiero que me llamen danzarina”.

 

Ya te consideras toda una mirafloreña tras quince años en ese hermoso lugar de España…

.- “ Aunque he vivido en diferentes partes del mundo, Miraflores de la Sierra es el único lugar que, aunque con ‘idas y venidas’ he habitado durante forma más continuada a lo largo de toda mi vida. En un principio mi intención era venirme por tres meses para ‘reiniciarme’ en un punto de inflexión de mi vida y descansar del ruido mundanal. Luego la idea se extendió a 6 meses … a un año y ¡aquí sigo!

 

¿Qué hizo que al llegar a Miraflores dijeras: este será mi hogar?

.- “En Miraflores me siento como en “casa de la abuela” y una vez abro la puerta de mi hogar y salgo, me siento como en el patio de casa. Esa preciosa villa me proporciona un sentido de pertenencia como he sentido en pocos lugares en el mundo, además me ha oxigenado de los ambientes tan convulsos en los que viví durante muchos años producto de desencuentros políticos, etc. Aquí me he sentido nacer de nuevo, encontrarme con mi auténtica identidad  y empezar desde cero en todos los sentidos. Yo que suelo ser tan hermética y de naturaleza algo reservada, cuando voy a uno de sus bares, cafeterías, mercados y me encuentro con sus dueños o dependientes, me siento entre ellos, es como estar entre primos cercanos o lejanos. Eso me relaja mucho y proporciona una sensación de familiaridad muy especial.

 

Larissa Vesci viene de una familia muy pequeña, de valores tradicionales  a la vez que atípica, pues los viajes, traslados, mudanzas entre ciudades o países estuvieron  a la orden del día durante su infancia, adolescencia y adultez temprana. Hija de un destacado  piloto de aviación militar de alto rango  que a la par estuvo vinculado con misiones diplomáticas en agregadurías militares en diferentes países,  estar en un sitio tras otro había sido lo más común. Sin embrago, fue una vivencia de su más temprana infancia en España la que mostró un lugar que nunca se saldría de su mente, la Sierra de Guadarrama.  Su padre había estudiado un curso de alto nivel de la carrera militar y su madre, maestra y psicopedagoga, había aprovechado la circunstancia para estudiar Literatura Hispánica y desde sus vivencias  ambos le inculcaron amor por España a Larissa desde niña.

“Recuerdo que siendo muy pequeña, íbamos a menudo a la sierra madrileña. Creo recordar que eran los únicos momentos es que disfrutaba de mi familia completa. Por razones de  traslados de mi padre, a veces todos nos encontrábamos en diferentes países o ciudades, con lo cual, la sierra la asocio con familia y estabilidad. También recuerdo el profundo amor que mi madre nos inculcó por los pueblos  serranos y castellanos de las que siempre ha sido una gran enamorada.

Por otra parte, cuando Larissa estaba recién graduada de una de sus carreras, Relaciones Industriales y durante sus  prácticas en una empresa multinacional conoció a un ingeniero electrónico de origen europeo que más adelante sería su marido y cuyas altas responsabilidades en tal empresa le obligaban a desplazarse, así que Larissa,  atendiendo a los consejos de su maestra en un momento crucial de su vida, la bailaora Tatiana Reyna, escogió la dedicación exclusiva a la danza, tanto en la enseñanza como en actuaciones, pues ello le permitiría ejercerla en cualquier lugar del planeta.

“Esa elección me permitió adaptarme a cualquier lugar a donde fuésemos desplazados, o bien he podido trabajar dando clases en cualquier estudio, actuar o, incluso, abrir algún estudio si existiese la oportunidad.

En Miraflores he sentido de forma genuina la integración  dos valores heredados directamente de parte de mis padres. En primer lugar mi madre me transmitió el amor por los valores tradicionales y  cercanía de los pueblos y, en segundo lugar, mi padre me infundió e inspiró en el desenvolvimiento natural en cualquier ambiente cosmopolita o selectivo  de cualquier lugar del mundo; es decir, da igual si habito en una gran ciudad cosmopolita o en un aldea, si estudio o frecuento los grupos de hijos de reyes, presidentes; ambientes diplomáticos, bohemios, aldeanos, la naturalidad y la sensación de pertenencia es la misma.

En mi se han unido extremos sociales y culturales y mi esencia es la misma y siempre con los pies sobre la tierra”.

Es muy común entre los lugareños ver a Larissa paseando por el pueblo sirviendo de cicerone a algún artista importante de visita en Miraflores

abordando el bus para ir directamente al aeropuerto a punto de realizar un viaje, por ejemplo, a alguna gran capital del mundo.

“En un mismo día puedo viajar directamente a dar un cursillo o actuar y al cabo de dos días regresar a mi pueblo y apenas llegar, continuar con mis rutinas. A veces es realmente agotador  pero es fascinante vivir ‘dos vidas’ en  un mismo día y ser consciente de la relatividad de las cosas a la vez de la paradoja de la pequeñez y grandeza humana en la misma medida.

 

Antecedentes  en Venezuela

La experiencia venezolana en su quehacer artístico fue trascendental.

“Aunque yo había formado parte de grupos de danzas juveniles y actuado en diferentes países, recuerdo que  entrando en mi etapa adulta con la mentoría de mi maestro de danza contemporánea, Carlos Arenas, el apoyo familiar, así como el de la “Fundación Teatro Ateneo de Maracay”, el “Centro Hispano del Estado Aragua” (Venezuela)  pude dirigir – durante varios años consecutivos – aproximadamente a  200 personas entre alumnos, bailarines y actores muy jóvenes. Tenía mi propia escuela y, simultáneamente, fui destinada a dirigir  otros dos grupos de entidades. Aparte de ello, a través del reconocido grupo “Sin Fronteras” especializado en las danzas del mundo pudimos elevar nuestros trabajos escénicos al ámbito académico avalados por el Vicerrectorado Académico de la Universidad Central de Venezuela de donde obtuve un significativo reconocimiento que aún conservo. También tuve la responsabilidad de la dirección de grupos infantiles y espacios de Cultura en canales de televisión del centro de Venezuela. Con lo cual, una vez que la vida me cambió, primero por un trabajo como instructora de danza en España y luego, para alejarme totalmente de una crisis política y social de Venezuela, cuando empecé desde cero, sin familia ni amigos, con solamente dos pequeñas maletas ese haber y experiencia previa me ayudaron a sembrar una semilla que no ha parado de crecer hasta ver cumplidos muchos sueños.

 

Algunos de los sueños cumplidos en Miraflores de la Sierra

Creo que la piedra más valiosa encontrada fue una de las grandes enseñanzas de mi padre, hombre de gran poder personal, destacado en su medio, que goza de respetabilidad y con un carisma fuera de serie. Su principal enseñanza hoy goza de infinito valor para mí; es decir, proyectar poder personal que surge de ti mismo y  la capacidad de poder brillar con luz propia sin apoyarme en un nombre o familiar importante en cualquier lugar del planeta adonde vaya y crear una marca y unicidad tan especial que la gente con solo oír tu nombre (sin apellido, siquiera) inmediatamente piense en ti; por ejemplo, cuando se dice ‘Napoleón’ lo primero que viene a la mente es Napoleón Bonaparte. Me llena mucho saber que cuando dicen ‘Larissa’ en el medio profesional en el que me desenvuelvo,  ya se sabe cuál es el producto y sin más te abren las puertas. Cuando llegué a Miraflores era una anónima, nadie sabía de mí en lo absoluto y paso a paso y solamente a través de mi trabajo siendo, simplemente ‘Larissa’ sin más, he podido cosechar frutos y labrar un nombre propio y, finalmente, también se cumplió un sueño artístico único en su estilo: cuando era joven y veía festivales de música celebrados en la Colonia Tovar o El Hatillo (Venezuela), algunos con status internacional, yo decía para mis adentros: ‘ojalá pudiese ser parte de algún festival de danza celebrado en un lugar de ensueño como este y se convirtiera en un festival referencial’, resultó que  por caprichos del destino me tocó a mí misma diseñar uno exacto al que tenía en  mente en un lugar de estilo similar a ambos en uno de los pueblos más hermosos de Europa: me refiero a Miraflores de la Sierra. Durante 15 ediciones consecutivas  fui la mente y corazón del Festival Internacional  “Miraflores Danzas del Mundo” el cual ha acogido representaciones de los 5 continentes con figuras destacadas en sus respectivas especialidades y el cual llamó la atención a la más alta jerarquía de la danza a nivel mundial, el Consejo Internacional de la Danza de la UNESCO, del que por cierto soy miembro gracias a la postulación directa y nombramiento  por parte de su máxima autoridad, el Prof. Dr. Alkis Raftis

 

 ¿Es cierto que en Miraflores de la Sierra creen que fuiste la maestra de danza de Shakira?

“Es cierto (risas) es una anécdotas curiosa y divertida,  muchos lugareños hasta el día de hoy creen que he sido la maestra de danza oriental y coreógrafa de Shakira, dicha confusión es porque una de las primeras maestras de danza árabe de Larissa fue, nada más y nada menos que la célebre maestra, coreógrafa y bailarina norteamericana Bozhenka, una de las máximas exponentes del Belly Dance en el mundo, archiconocida diva y artista que forma parte de las “Top BellyDancers” en los Estados Unidos y yo fui alumna de ella, y en una ocasión el periodista especializado en espectáculos Iván Mejía, quien trabajó con Shakira en sus primeros pasos fuera de Colombia  se enteró por aquel entonces que yo era alumna de Bozhenka, quien a su vez acrisoló el estilo, fue coreógrafa y enseñó a mover las caderas a Shakira, él compartió la noticia en un periódico americano de habla hispana y desde allí se viene todo este asunto gratamente divertido”.

Por último, finalizando el año del V centenario de Miraflores de la Sierra, y dentro de un paréntesis de viajes entre dos países en los que Larissa ha llevado a cabo actividades artísticas (Grecia y Reino Unido), esta danzarina nacida en Venezuela y mirafloreña de corazón,  ha tenido la responsabilidad de ser una de las protagonistas de la apertura oficial de la temporada de Navidad del municipio  en el marco de la Programación de su V Centenario a través de una actividad de danza única en su estilo: “NaviDanza”.

Larissa fue una de las protagonistas de la apertura oficial de la temporada de Navidad del municipio  al norte de Madrid.

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