Mariana Duque/DLA.- Aglomeración y largas colas para acceder a la jornada de vacunación contra el COVID-19, se registraron este miércoles 8 de junio a las afueras del Hospital Oncológico de San Cristóbal. Personas de la tercera edad y con discapacidad que esperaban ser vacunadas, expresaron su inconformidad con la organización.
Los ciudadanos en cola indicaron que fueron convocados vía mensaje de texto a través de las Ubch, consejos comunales y misiones sociales a las cuales pertenecen. Aunque fueron citados por hora, para evitar las aglomeraciones, cuando llegaron se encontraron con largas colas, personas a las que les correspondía ser vacunadas a las 2 de la tarde, llegaron a las 6 de la mañana.
Paul Ramírez es integrante de la Unidad de Batalla Bolívar – Chávez (Ubch) de la parroquia San Juan Bautista de San Cristóbal y del consejo comunal San Martín de Porras. Está en cola desde las 7 y 30 de la mañana, y le parece que la desorganización se debe a que dentro del grupo de “Somos Venezuela” tenían dos listados, y se incluían en algunos casos a integrantes de parroquias a las que no les correspondía.
“¿De quién es la culpa?
De nosotros mismos, porque pertenecemos a una sociedad que no ha sido instruida, capacitada y formada para un evento mundial que llegó a Venezuela que se llama el virus. Existen fallas organizativas, que nos hacen incomodar a nosotros, y emitir opiniones porque somos producto de un desorden de la gente de Somos Venezuela”, expresó.
Indicó que el martes 8 de mayo una integrante de la misma Ubch llegó a las 7 y 30 de la mañana a hacer cola y fue vacunada a las 5 de la tarde.
Lourdes Colmenares estaba acompañando a su mamá en la cola desde las 6 y 30 de la mañana, y aunque la señora padece una discapacidad pues tiene una prótesis en una pierna, no le permitieron pasar, por lo que tenía cuatro horas esperando de pie.
“Los líder de comunidad vienen y se meten y la cola llega más debajo de la panadería, veníamos con un control y nos metieron a gente de la San Juan Bautista. Debe haber un orden, respeten a las personas de la tercera edad, colaboren con los mayores. Ella tiene una prótesis, no ha desayunado, no se ha sentado y a ellos no les importa eso”, dijo.
La señora fue llamada a través del censo realizado por la misión del Comité Local de Abastecimiento y Producción Socialista (Claps) de la parroquia La Concordia.
Por su parte Olivia Carrizo, quien también sufre una discapacidad motora, llegó al Oncológico a las 8 de la mañana. Aunque mostró su carnet, le explicaron que no había preferencia de atención por lo que tenía que hacer la cola. “Está lento, demasiado lento, lo que le hace falta es una buena organización, porque usted sabe que trabajar con la comunidad no es fácil, es colocar a las personas que tienen prioridad, hacerles el tratamiento más rápido”.
Aseguró que no se cumple con el distanciamiento social porque aunque los funcionarios los separan y les explican, la ciudadanía vuelve y se desordena, incumpliendo con las medidas de bioseguridad contra el COVID-19.