El Bono Niño Jesús hizo que se retomaran las kilométricas colas en los diversos supermercados de Boconó, en su mayoría asiáticos; donde se adquieren productos alimenticios, de higiene y juguetes y en los cuales es obligatorio recibir la tiquera.
La misma convulsión se aprecia en locales de ropa, zapatos y mercados intervenidos por la Sundde para la venta a precios más módicos de los ya marcados.
Sin embargo, persisten las quejas por la lentitud y constantes fallas en los puntos de venta, así como la no aceptación de tarjetas de crédito.
También colapsaron entidades financieras y estaciones de servicio, las cuales por cierto ayer no fueron surtidas de combustible.