Barcelona, 1 jun (EFE).- En lo últimos premios Grammy que finalmente se rindieron a Taylor Swift, la diva tan presente esta semana señaló a Lana Del Rey para recordar que sin ella no estaría donde está.
Lana del Rey, la artista que más público ha congregado en este Primavera Sound, con una esplanada del Parc del Forum llena hasta la bandera, abrió el camino de las compositoras que rehuían del pop frívolo comercial de la década de los 2010 que encarnaban Kesha o Katy Perry para construir un sonido alternativo con letras más profundas, un terreno vedado a las mujeres en ese momento pero que se abrió pasó en redes sociales.
Más que solo una cantante ataviada con el armario de las actrices del Hollywood clásico y peinada como Priscilla Presley, que también, esta licenciada en Filosofía es una artista multidisciplinar influenciada por el universo cinematográfico de directores como David Lynch o Federico Fellini y la poesía de Walt Whitman o Allen Ginsberg.
La lánguida cantante ha llevado a su música su mundo interior, lleno de miedos a la muerte y la salida de un alcoholismo creciente antes de cumplir los 15 años. Hablar de sus temores y adicciones la llevó hace unos años a ser también pionera de la conversación pública sobre salud mental.
‘Quiéreme hasta que me quiera yo’ o ‘¿Me querrás cuando ya no sea joven ni guapa’, coreados también esta noche por el público de Barcelona, dan fe de ese espíritu torturado y con no demasiada autoestima con el que es tan fácil sentirse identificado.
Un mundo creativo particular, onírico y algo trágico con el que ha cosechado una prolífica carrera de nueve álbumes en once años, trabajos como imprescindibles como ‘Born to Die’, ‘Ultraviolencie’ o ‘Norman Fucking Rockwell’ hasta su último ‘Did you know that there’s a tunnel under ocean bvd’.
Con veinte minutos de retraso
Lana ha aparecido ante sus fans esta noche en Barcelona casi media hora tarde, lo que ha obligado a que de algunos de los temas, como el sensual ‘Jimmy’, solo se interpretara en versión recortada.
Con grupo de baile y coristas, ataviada con brilli brilli de la diadema a los pies, Del Rey ha repetido buena parte del repertorio que dio en el ‘Coachella’, con sus ya clásicos y emocionantes ‘West coast’, ‘Video games’, ‘Born to die’, ‘Chemtrails over the country club’ o ‘Summertime sadness’.
En el público lágrimas en algunos estribillos cantados con fruición, y emoción, también, por parte de la artista: «Barcelona sois jodidamente los mejores. Os puto quiero» (sic).
Y es que los fans del festival llevaban años con la miel en los labios después de que se suspendiera el Primavera 2020 por la COVID que la había incluido en el cartel.
Ante el principal escenario del festival se han congregado miles de personas, muchas de ellas ‘Lanas’, con looks etéreos y vestidos blancos, peinados de diva del Hollywood clásico y coronas de flores, todos detalles del universo estético de la cantante que se cambió el Elisabeth por Lana en honor a Lana Turner.
Tan esperada era la actuación por algunos que una pequeña avalancha se ha cernido sobre el césped artificial frente al escenario Estrella Damm a partir de las 16.30, en cuanto han abierto las puertas del recinto.
La casualidad ha querido que la esperada visita a Barcelona coincida paralelamente a la de su buena amiga Taylor Swift a Madrid, lo que incluso llegó a hacer correr rumores de que Del Rey fuera invitada sorpresa en el Bernabéu.
Durante los primeros minutos, casi todo el público de este viernes en el festival ha dejado por curiosidad por su actuación (incluidos los fans de Dogstar Keanu Reeves, que ha actuado poco antes), aunque tras las primeras canciones melancólicas muchos de los que buscaban más bien ir de fiesta han ido marchándose.
Aunque esta era su noche, y hasta las patatas fritas de los puestos del festival habían sido renombradas ‘Bravas del rey’, la jornada ha seguido también con indie rock neoyorkino gracias a The National, que ha hecho doblete en el festival tras actuar el pasado 29 de abril en Razzmatazz bajo el sello Primavera a la Ciutat.
El formato presentado en el Fòrum, con un repertorio casi idéntico, solo se ha distanciado de su actuación previa en Barcelona por lo abierto del lugar, que ha restado intimidad a temas como ‘Sea of Love’, ‘Eucalyptus’ y ‘Tropic Morning News’, con los que han abierto el concierto.
Estos han dado paso a ‘I Need My Girl’, ‘Alien’ o ‘Smoke Detector’, prueba fehaciente de la calidad musical que ha permitido a Matt Berninger y los suyos convertirse en auténticos referentes del rock estadounidense.
.