Las Vegas (EE.UU.), 17 jul (EFE).- Lady Gaga comenzó en la noche del miércoles su esperada gira mundial ‘The Mayhem Ball’, un viaje en el que relata su propio manifiesto y se enfrenta a su pasado para reconciliarse con sus miedos, inseguridades y resurgir de sus cenizas.
La estrella estadounidense expuso en el estadio T Mobile de Las Vegas (EE.UU.) la publicación final de una «obra gótica», de la que ofreció sus primeras pinceladas el pasado abril en el festival Coachella, y que continuó presentando en países como Singapur, México y Brasil, antes de mostrarla al resto del mundo.
Con la lectura del «Manifiesto de la Madre Monstruo» (como se la conoció tras la salida de su segundo disco ‘The Fame Monster’ en 2009), Gaga daba la bienvenida a los 20.000 espectadores que ocuparon el recinto para ver su obra, evocando una sobrecargada ópera oscura repleta de simbolismo.
Envuelta en un vestido rojo gigante de estilo victoriano, la cantante abrió el espectáculo con ‘Bloody Mary’ de fondo mientras sus bailarines salían de su falda para dar paso a continuación a ‘Abracadabra’, el tema principal de su último disco ‘Mayhem’, publicado el pasado marzo.
La artista fue desgranando poco a poco la fórmula ya empleada en recientes espectáculos: una obra teatral de cinco actos en la que se reencuentra con su ‘alter ego’ con el que se pelea y lo mata durante la simulación de una partida de ajedrez al ritmo de ‘Poker Face’.
Fiel a la extravagancia y regresando a una estética de tonos lúgubres y sangrientos, como el rojo y el negro, Gaga se paseó con una pluma negra, emuló el retrato de ‘La Última Cena’ junto a sus bailarines antes del reencuentro con su yo del pasado.
Siguiendo la retórica, en el segundo acto de su teatralizada obra intenta despertar de su sueño con los restos de su anterior yo mientras canta ‘Perfect Celebrity’, con los que se vuelve a enfrentar al son de ‘Disease’.
El capítulo no contado de su Manifiesto
Hasta ahí todo como se había planteado hasta ahora. No hubo cambios ni sorpresas hasta el tercer acto, cuando Gaga empieza a ofrecer la ampliación de la clamorosa obra que ha estado tejiendo en todo este tiempo y en la que se echó de menos ‘Telephone’, el éxito en el que colabora junto a Beyoncé y del que aseguró recientemente que habría segunda parte.
Para ello, rescató ‘Love Game’, ‘Applause’ o el tema que la lanzó al estrellato: ‘Just Dance’. Estos tres temas sonaron por primera vez en el tour, enloqueciendo a una masa de seguidores que estuvieron todo el concierto de pie, bailando y cantando a pleno pulmón todas sus canciones.
Y por supuesto, no faltaron los atuendos para la ocasión, desde latas de refrescos en la cabeza, la recreación del polémico traje de carne o los vestidos negros lenceros: el público le hizo, a su manera, su pequeño homenaje.
Pero lo que Gaga realmente escondía bajo su manga era la parte todavía no publicada de su teatro: su ‘alter ego’, la busca desde el inframundo y mientras ella trata de huir sigue extendiendo el repertorio hacia canciones hasta ahora no sonadas, como ‘Summerboy’.
Y cuando suena música de ópera de fondo, el público ya sabe lo que le espera: el momento en el que la Gaga del pasado y del presente deben enfrentarse a su suerte. Lo hacen, inesperadamente, al son de sus míticas baladas, como ‘Million Reasons’, donde se muestra vulnerable ante su enemigo al que ya no le tiene miedo y le pide que se quede para convivir junto a ella.
Montada sobre la barca de Caronte, con ‘Shallow’, otra de sus baladas estrella, emprende su viaje hacia la vida mientras que con ‘Die With a Smile’ sella las paces con su yo del pasado.
Y de las cenizas, resurge: tras quemar las ruinas sobre las que ha estado bailando casi sin descanso junto a más de una veintena de bailarines, Gaga simula en su acto final una sala postoperatorio en la que vuelve a despertar para finalizar su obra por todo lo alto: con su exitoso ‘Bad Romance’.
El primer concierto de Lady Gaga en Las Vegas marca el inicio de una ambiciosa gira con más de 60 conciertos que la llevará a recorrer EE.UU. Canadá y Europa, incluyendo citas en Barcelona, París y Londres, y que concluirá el 30 de enero en Japón.
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