La Virgen de la Paz y el beato José Gregorio Hernández: un encuentro de esperanza / Pedro Frailán

Sentido de Historia

 

 

“Mientras estaban hablando de todo esto, Jesús se presentó en medio de ellos. Les dijo: Paz a ustedes. Estaban atónitos y asustados, pensando que veían algún espíritu”. Lc 24 (36 – 37).

 

El sábado 08 de marzo de 2025, nuestra patrona la Virgen de la Paz visitó desde su nicho en Trujillo al Santuario Niño Jesús en Isnotú, cuna de nacimiento del Dr. José Gregorio Hernández, pronto ya oficialmente santo según decreto firmado por su Santidad Francisco el 25 de febrero, una fecha más excelsa para nuestra historia, ahora nos queda el día de la canonización.

La Virgen de la Paz y José Gregorio Hernández, dos valores de cultura e identidad de gran significación para Trujillo y Venezuela. La Paz, es un valor teologal ratificado en varias ocasiones en la Biblia, de hecho, la paz fue el saludo de Nuestro Señor Jesús a los apósteles en el primer encuentro después de la resurrección, reseñado en el Evangelio de Lucas, y si de María se trata, pues fue la de gran alianza entre Dios y ella. Jesús está hecho de la carne y sangre de María, mujer de profunda fe, ratificada en la carta de los Hebreos capítulo 11, en la historia de la fe.

La Virgen de la Paz es una aparición mariana en la ciudad de Toledo, antigua provincia ibérica, en el siglo VI, para ser más preciso el año de 665, cuando se le presentó a San Idelfonso, doctor y teólogo de la iglesia. A ese tiempo no existía España como Estado nacional. Toma la advocación de La Paz, 420 años después en 1058, en la misma ciudad de Toledo, calmando más de 400 años de lucha, confrontación y guerra entre el islam y el cristianismo.

Para el año de 1570, es decir 485 años, esta creencia es traída a Venezuela, en promesa del conquistador para que la ciudad de Trujillo consiguiera su asiento definitivo y lo logró, por ello es que la ciudad se llama: “Nuestra Señora de la Paz de Trujillo”. Ya son 455 años de acompañamiento entre nuestra patrona y su pueblo. Ella ha sido testigo de diversos acontecimientos de los ciclos históricos de Trujillo y Venezuela, en la colonia, la independencia y la vida republicana.

Para marzo de 1821, en su casa la Iglesia Matriz de Trujillo, es el encuentro entre el Libertador Simón Bolívar y el Dr. Monseñor Rafael Lasso de la Vega, en representación del Papa Pío VII. Con la finalidad que en ese encuentro el Vaticano reconociera la independencia de la Gran Colombia. Un hecho trascendental como tanto otros y nuestra patrona ha estado presente en los distintos partos y dolencias de la patria.

 

 

Ahora, José Gregorio Hernández, nacido un 26 de octubre de 1864, justamente en Isnotú, perteneciente a la parcialidad de los Escuqueyes, un pueblo que data desde 1640 aproximadamente, para ese tiempo un lugar de caminos. Su advenimiento fue en tiempos turbulentos para el país, en gran parte de él se desarrollaba la Guerra Federal.

Sus padres se casaron en la iglesia San Juan de Betijoque, hoy santuario, el bautizo y la confirmación en el templo del Divino Niño Jesús de Escuque, hoy santuario también. La confirmación la hizo en la capilla Virgen del Rosario de Isnotú, edificación que sus padres en unión con la comunidad ayudaron a construir. Hoy Parroquia Eclesiástica Virgen del Rosario.

Vivió en su pueblo natal 13 años, de ahí partió todavía niño a seguir sus estudios a Caracas por recomendación de su maestro Pedro Celestino Sánchez. Como estudiante cumplió su compromiso con excelencia, brillante, destacado. Se convirtió en un médico referencial para Venezuela, un teórico, un pensador de la medicina. Regresó a su patria chica ya graduado por recordar a otro gran trujillano, Don Mario Briceño Iragorry, cristiano, católico y pensador. Al poco tiempo, por voluntad del Presidente de la República Juan Pablo Rojas Paul lo envía a especializarse en Francia.

Al regresar se transforma en un modernizador de nuestra medicina, además es un escritor de las distintas teorías en varias disciplinas académicas, ello le permite ser un profesor universitario modelo e investigador. Además trasciende a otras ciencias como lo son la filosofía y el estudio del arte, demostrado cuando escribe libros de estas orientaciones.

Para el año de 1919, 29 de junio, en un accidente de tránsito muere. La capital y el país se llena de consternación, el luto es colectivo, por este deceso de un hombre que desde la concepción cristiana de la persona humana fue un ser con virtudes teologales para él primordiales, que están reseñados en la Biblia iniciando con el Génesis, pasando por los libros históricos, sapienciales, literarios, profetas, evangelios, cartas, en ellas aparecen esas virtudes y ahí está impresa la imagen de José Gregorio Hernández.

Después de muerto resucitó en un sentimiento colectivo de fe e imaginario, que a medida que pasaba el tiempo se hizo más fuerte, comenzando a traspasar fronteras. Por los favores concedidos del Dr. José Gregorio y hasta milagros. Cuando cumplió treinta años de su muerte, Monseñor Lucas Guillermo Hernández lo introduce a la Causa de los Santos el año de 1949, cuando Pío XII era el Papa. Pasaron 23 años y la Santa Sede lo declara Siervo de Dios en 1972, cuando el Papa Paulo VI.

Transcurrieron 14 años en tiempo de Juan Pablo II, hoy santo, lo titulan como Venerable en 1986. Ahí continúan los trabajos para seguir logrando más grados para la santidad. En esta oportunidad el tiempo fue largo, se dio un recorrido de 36 años para tener otro ascenso. Pasó el resto del pontificado de San Juan Pablo hasta 2005, el período de Benedicto XVI. Con la llegada del Papa Francisco en 2013. Ya en el 2011, se creó la oficina de la beatificación del Venerable Dr. José Gregorio Hernández. El Cardenal Jorge Urosa Sabino instala la Comisión Nacional para la celebración de los 150 años de su natalicio en el año 2014, con la finalidad de contribuir con la promoción de su beatificación.

En la pandemia de Covid 19, el 19 de junio del 2020, da a conocer en voz del Cardenal Baltazar Porras para Venezuela, la autorización para su beatificación, declaración generada por la Comisión de los Santos y por el papa Francisco, habían pasado 36 años de su última elevación. Posteriormente para el año siguiente, 30 de abril, es consagrado Beato, el Dr. José Gregorio Hernández sube a los altares a 37 años de la última fecha cuando fue consagrado como Venerable.

Para el 2025, justamente el 25 de febrero, el Papa Francisco firma el decreto que lo consagra Santo, en esta ocasión no se esperó mucho, tiene 4 años de su última consagración. Ya a los 106 años de su muerte y a los 76 de haber sido llevado a la Causa de los Santos. Se espera el acto ceremonial que le da la categoría de San José Gregorio Hernández de Isnotú.

José Gregorio Hernández en este tiempo es un símbolo de ciudadanía lleno de virtudes, de todas esas cualidades morales dignas de imitar, en reflexión y acción, pues logra encontrarse con la libertad. Que más que un santo como modelo, eso nos indica que viene buen tiempo.

La Virgen de la Paz y José Gregorio Hernández que además es copatrono de los estudios en Ciencias de la Paz de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma, honor que le concedió el Papa Francisco en abril de 2021. Ellos son dos valores de identidad trujillana, de fe y esperanza viva para la nación, de nuevo digo que vienen buenos tiempos, tenemos que tener paciencia. Recordemos a San Ignacio de Loyola que dice: “Mucha paciencia, porque ella es hija de la esperanza”.

 

 

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