La violencia se cobró la vida de 168 defensores de derechos humanos en 2023 en Colombia

Fotografía de archivo del 20 de febrero de 2024 de una persona que sostiene un cartel de protesta durante una manifestación contra los asesinatos de los firmantes de paz de las FARC y líderes sociales en el país, en Bogotá (Colombia). EFE/Mauricio Dueñas Castañeda

 

Bogotá, 16 may (EFE).- El año pasado fueron asesinados en Colombia 168 líderes sociales y defensores de derechos humanos, cifra que si bien supone una reducción con respecto a los 197 casos de 2022, refleja que «no se ha avanzado en el país en las garantías para ejercer el derecho a defender» los DD.HH.

Así se desprende del informe ‘Puntos Suspensivos’, del programa Somos Defensores, divulgado este jueves y que revela las cifras del Sistema de Información sobre Agresiones contra Personas Defensoras de Derechos Humanos en Colombia (Siaddhh).

«Durante el 2023 la violencia le arrebató la vida a 168 liderazgos sociales y personas defensoras de los derechos humanos en Colombia, quienes desde sus procesos en diferentes territorios trabajaban por sus comunidades, por construir un país más justo y en paz», señala el documento.

 

Agresiones contra líderes sociales

Incluyendo los asesinatos, en total hubo 765 agresiones contra líderes sociales y defensores de derechos humanos en Colombia el año pasado, una cifra inferior a los 840 casos registrados por Somos Defensores en 2022.

Sin embargo, el programa advierte que si bien la reducción «es importante», no representa «un cambio significativo en las tendencias de las agresiones».

«Quienes defienden los derechos continúan siendo víctimas de múltiples formas de violencia (…) La persistencia de estas agresiones es una muestra de que no se ha avanzado en el país en las garantías para ejercer el derecho a defender los derechos humanos», agrega el documento.

Además de los 168 asesinatos, hubo 436 amenazas, 68 atentados, 35 desplazamientos forzados, 20 desapariciones forzadas, 11 detenciones arbitrarias, 11 robos de información, ocho secuestros, tres judicializaciones, tres torturas y dos agresiones sexuales, desglosa el informe.

«La disminución en ciertas agresiones, pero el aumento de otras podría relacionarse con un cambio en las estrategias de los actores armados para perpetrar la violencia selectiva que lleva a la ocurrencia de hechos con baja letalidad y menos impacto a nivel público», precisa.

Por sexo, el 26,5 % de las agresiones, es decir 203, fueron contra mujeres, mientras que el 73,5 %, equivalentes a 562 casos, corresponde a hombres.

«En relación con las agresiones contra hombres, se produjo una disminución del 14 % (89 hechos menos). Por otro lado, frente a las agresiones contra mujeres, se produjo un incremento del 7 % (14 hechos más) entre los que se cuentan cuatro asesinatos en razón del género, todos en contra de lideresas LGBTIQ+, tres de ellas mujeres trans», señala Somos Defensores.

Los liderazgos que más sufrieron agresiones fueron los indígenas, con 222 casos, seguidos por dirigentes comunales (112), comunitarios (100) y campesinos (83).

 

Regiones más afectadas

La región de Colombia más afectada por las agresiones es la del suroeste, conformada por los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca, donde tienen presencia la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una facción del Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de la antigua FARC.

Solo en esta región fueron registradas 326 de las 765 agresiones contra líderes sociales y defensores de derechos humanos cometidas en todo el país. El Cauca tuvo 193 casos, Nariño 67 y Valle del Cauca 66.

Otros departamentos con cifras altas son Antioquia, en el noroeste del país, con 89 agresiones; Santander (noreste), con 49; Bolívar (norte), con 43, y Norte de Santander (fronterizo con Venezuela), con 36, agregó Somos Defensores.

 

 

 

 

 

 

 

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