Numerosas familias del sector Santa Lucia de la parroquia Junín del municipio Sucre, han comenzado a padecer por las inundaciones de su predios por las aguas de La Vichú, la quebrada que todos los años lleva sus aguas al poblado del 23, la capital de la parroquia, situación que se presenta anta la falta de canalización del lecho de la quebrada por parte de los organismos oficiales, tal como lo dijo ayer el dirigente comunitario Pedro Daboín, quien lamenta esta nueva calamidad que se les presenta en el poblado, todo ante la indiferencia de los funcionarios del sector oficial, comenzando por el Gobernador Henry Rangel Silva, que prometió en una oportunidad en la Casa Hugo Chávez Frías, estructura creada para prestar asistencia a los labriegos de la zona, pero cerrada técnicamente, pues la asistencia para los desposeídos, los hombres del campo ha sido nula.
Las aguas de la quebrada La Vichú llegaron la noche del miércoles hasta el sector Santa Lucia, dijo el declarante lo que ha puesto en alerta a todos los campesinos, productores de plátano y bananas, incluyendo los labriegos del Horcón, los cuales también se ven amenazada por las aguas de la quebrada que todos los años por época de lluvia, los castiga en forma por demás inmisericorde.
Mala suerte que tenemos los habitantes del Kilómetro 23, dijo Pedro Daboín, pues por una parte falla el agua pura, apta para el consumo humano en el poblado por los daños que tiene la bomba del tanque cilíndrico que tiene, precisamente este miércoles 2 de septiembre, cumplió 15 días que se la llevó el Alcalde Omar Pérez para mandarle a reparar, promesa que tampoco ha cumplido, y todavía tiene el poblado en un 80 por ciento sin agua en los hogares, presentándose ahora esta situación irregular con las crecidas de La Vichú, saliéndose de su cauce natural las aguas, para castigar otro sector de la población como son Santa Lucia y el Horcón.
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