Las últimas lluvias precipitadas en la zona, especialmente en Rafael Rangel, han provocado crecidas de la quebrada La Vichú, que de nuevo amenaza con sus aguas a importantes sectores residenciales del kilómetro 23, la capital de la parroquia Junín, tal como lo dijo el dirigente comunitario Pedro Daboín.
Los vecinos están elevando oraciones a San Isidro Labrador, el Santo que quita el agua y pone el sol, pues en el sector oficial no atienden a las comunidades, menos emergencias vecinales.