El año en que Ramón Villalobos llegó a Valera, habían muerto en extrañas situaciones dos venezolanos de renombre, el paisano periodista Fabricio Ojeda y el político de garra Alirio Ugarte Pelayo, venteaba los aires de 1966. Proveniente de Maracaibo y con una maleta repleta de sueños se instaló en el antiguo hotel de corredores y puertas, frente a la plaza Bolívar, traía un cuatro en sus manos y como acompañante un sombrero con una pluma a la usanza del comediante Germán Valdés, mejor conocido como Tin Tan.
Por su extraordinaria forma de relacionarse, las oportunidades de trabajo no tardaron en aparecer para aquel dicharachero maracucho y pronto se convirtió en vendedor de repuestos para vehículos en varios comercios locales, mientras que los amigos se multiplicaban en torno de sus ocurrencias las cuales siempre acompañó musicalmente. Hacia finales de los años setenta, la vida lo lleva a ganarse su sustento por su propio esfuerzo y abre un pequeño quiosco en las cercanías del desaparecido Supermercado Victoria, donde una legión de maracuchos comenzó a reunirse espontáneamente para evocar a su lar nativo, convirtiéndose en poco tiempo en el rincón de los maracuchos en Valera. A este sitio lo bautizaron como Tasca Mi Dolor.
Ramón Villalobos, logró aglutinar la esencia y picardía humorística a su alrededor en un quiosco donde solo vendía pastelitos, refrescos, cigarrillos y chimó, recinto de lata que fue sitio sempiterno de la tertulia maracucha en nuestra ciudad, donde habitualmente podíamos tropezarnos con Luis Urdaneta Boscán, a quien apodaban “El Conde de La Cañada”, los hermanos Sergio y Rafito Africano, Gilberto “Beto” Ramírez, el clínico Rixio Chacín, Asdrúbal Matos, el mecánico Hugo Leiva, el periodista Oscar Piñero, el negro César Romero, Dr. Echeverría, Mariano Quintero, Amable “Pepino González, Dr. Gustavo Nava Díaz, Rafael Carroz, Néstor Galiz, Ezequiel “el mecánico”, Víctor Pedreañez, Dr. Luis Bastidas, Dr. Levi Vílchez Bracho, Esteban “Anacoco” Rojas, el gordo Briceño, el químico Saúl Escalona y el consecuente “Machaito” cuyo verdadero nombre era Sirenio Machado.
Un verdadero cenáculo al mejor estilo maracucho se reunía en torno de Ramón Villalobos en Tasca Mi Dolor, donde desfilaron además invitados de lujo como el humorista del programa de televisión Radio Rochela, Roberto García mejor conocido como “Yeyo”, quien departió en tres oportunidades con aquel selecto grupo de zulianos que consuetudinariamente se reunían en Tasca Mi Dolor para iniciar conversaciones que luego culminaban en cualquiera de las barras cercanas al quiosco en especial las de El Padrino y La Central.
En aquel lugar de cofradía emergieron conversaciones y planes que siempre tuvieron como norte reagrupar a los maracuchos que habitaban en esta ciudad y fue así como surgieron Peñas Tangueras y hasta el recordado equipo de softbol Los Primos que trajo a Valera al famoso grandeliga Wilson Álvarez. Al igual que muchas historias de esta ciudad, la de la Tasca Mi Dolor, con la mayoría de sus integrantes fallecidos, pareciera sumergida en el olvido en una ciudad que se encamina a cumplir solo doscientos años. Exclamarían los integrantes de este círculo maracucho, ¡Vergación Primo!
Cronista Pedro Bracamonte Osuna
Fuente: Conversaciones con Amable González