Bruselas, 16 mar (EFE).- La Unión Europea (UE) instó este jueves a la comunidad internacional a mantener el apoyo a los más de 7 millones de migrantes venezolanos que han huido en los últimos años de la crisis política y económica de su país, en un momento en que su ya complicada situación se ve agravada por las consecuencias de la pandemia y los efectos de la guerra de Rusia en Ucrania.
“Es bueno que nos movilicemos, que continuemos dejando muy claro que las personas en esta crisis no deben ser olvidadas”, afirmó el director general adjunto de la Dirección General de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea, Michael Köhler, al comienzo de la cuarta conferencia internacional de solidaridad con los migrantes y refugiados venezolanos y las comunidades que los acogen.
La reunión, coorganizada por la UE y Canadá, cuenta con la colaboración con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V).
“Por desgracia, la situación se ha vuelto más complicada”, explicó Köhler, al irse añadiendo inconvenientes como las consecuencias de la pandemia de COVID-19 y, más recientemente, la subida de los precios de los alimentos, los fertilizantes y la energía a causa de la guerra de agresión rusa en Ucrania.
“Lo mínimo que puedo prometer es que queremos seguir comprometidos. La UE quiere seguir comprometida con el apoyo a los migrantes y refugiados de Venezuela y apoyando a las comunidades y países de acogida”, dijo el responsable comunitario, lo que implica “movilizar apoyo y financiación humanitarios”.
En la misma línea, la subsecretaria de Estado de la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado estadounidense, Julieta Valls Noyes, aseguró que el compromiso de su país con el apoyo de los venezolanos “permanece inquebrantable” en tiempos de “crecientes necesidades y recursos finitos”.
REGULARIZACIÓN E INTEGRACIÓN
Por su parte, el representante especial conjunto del ACNUR y la OIM para los refugiados y migrantes de Venezuela, Eduardo Stein, destacó la regularización y la integración socioeconómica de los desplazados venezolanos como las dos líneas principales en las que trabajan las comunidades de acogida.
Ana María Díez, la presidenta de la Coalición por Venezuela, la organización que reúne a la sociedad civil venezolana, pidió destinar el 20 % del dinero que se recaude en esta conferencia a las organizaciones lideradas por los refugiados que se han creado en el resto de países de América Latina.
Por otra parte, reclamó que los refugiados venezolanos puedan participar en las elecciones presidenciales que se celebrarán en Venezuela el año que viene y pidió a la comunidad internacional que presione al presidente Nicolás Maduro para que sean unos comicios «libres, transparentes y competitivos».
El viceministro peruano de Asuntos Exteriores, Ignacio Higueras Hare, explicó que el 70 % de los 1,6 millones de refugiados venezolanos llegados a su país no está asegurado por la seguridad social, pues el año pasado había solo 124.000 personas inscritas en el sistema nacional de salud, lo que supuso no obstante una mejora respecto a las 30.000 de 2019.
En cambio, señaló que 110.000 niños están inscritos en el sistema educativo, «un porcentaje que se acerca más a la totalidad de niños que deberían estar inscritos en edad escolar».
Higuera destacó el «gran esfuerzo» de Perú al regularizar al 40 % de los refugiados venezolanos, aunque todavía hay «trabajo por hacer» en ese sentido.
La viceministra de Movilidad Humana de Ecuador, Silvia Espíndola, destacó que su país aspira a regularizar a 500.000 venezolanos en tres fases, mientras que el director de Cooperación Internacional del ministerio de Asuntos Exteriores de Colombia, Álvaro Calderón, señaló que en el último trimestre 16.000 refugiados venezolanos encontraron trabajo en el país, mientras que 104.000 tuvieron derechos a subsidios del Estado.
El jefe de la Unidad de Migración del Banco Interamericano de Desarrollo, Felipe Muñoz, elogió los procesos de regularización emprendidos por países como Colombia, Ecuador, Chile o Brasil, pero alertó de los “retos de segunda generación” una vez abierta la puerta a los derechos, con la involucración de los migrantes en la economía.
“Pese a algunos efectos puntuales en algunos mercados laborales, los efectos a medio plazo para los países receptores son positivos”, consideró.
La conferencia en apoyo de los venezolanos concluirá mañana viernes en Bruselas con la participación de donantes e instituciones financieras internacionales.
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