Sharm el Sheij (Egipto), 19 nov (EFE).- La Unión Europea (UE) amenazó este sábado con romper con la cumbre del clima de Naciones Unidas (COP27) y abandonar la reunión si no se mantienen en el documento final los compromismos para no superar el límite de 1,5 Cº de calentamiento global, algo que «parece que se está alejando».
Así lo indicó el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, en un improvisado encuentro con los medios al que compareció acompañado de varios ministros y altos funcionarios europeos, entre ellos la vicepresidenta tercera del gobierno español, Teresa Ribera, que dieron respaldo al anuncio.
«Seremos claros. Los socios de la UE están aquí para traer un buen resultado. Preferimos no tener una decisión a tener una mala decisión», dijo Timmermans visiblemente molesto.
En un claro mensaje de presión, el también responsable comunitario del Pacto Verde añadió: «La UE quiere un resultado positivo, pero no queremos un resultado a cualquier precio. No aceptaremos resultados que nos lleven atrás, necesitamos avanzar y no retroceder. Y todos los ministros y yo mismo estamos preparados para irnos».
Timmermans razonó que todavía cree que obtener un resultado positivo hoy «aún está dentro de nuestro alcance», pero que la UE «está preocupada» después de que en las «últimas doce horas de negociación» ha habido indicaciones de que se está yendo para atrás «en las ambiciones» para el aspecto determinante de la mitigación y la reducción en las emisiones de gases contaminantes.
«Sin eso no seremos capaces de centrarnos en el fondo para los más necesitados (pérdidas y daños) y en que el dinero para esto venga de una amplia base de donantes. La UE está ahí para ayudar a obtener un muy buenos resultados, pero somos también muy claros, preferimos tener una buena decisión que una mala decisión», insistió.
Timmermans se refirió así al tema central de estas negociaciones, las exigencias de los países en desarrollo de que en esta COP27 se establezca un compromiso para crear un fondo indepediente para financiar las compensaciones que se les deben por los daños que sufren a causa del cambio climático, que ellos apenas contribuyeron a causar.
Ayer, viernes, la UE anunció que aceptaría la creación de un fondo, algo a lo que era reacio anteriormente, pero condicionó su apoyo a esto a que fuera dirigido a los países «más vulnerables» y que la financiación del mismo recayera «en una amplia base» de donantes.
Esa referencia apuntaría, aunque Timmermans no mencionó a ningún país, a que países como China, Arabia Saudí o Catar, de gran desarrollo humano y económico, y cuyas emisiones contaminantes son ya entre las más altas del mundo pero que no son donantes en los fondos climáticos de Naciones Unidas, tendrían que comprometerse a contribuir.
«La oferta era muy clara. Dijimos que podríamos aceptar el fondo de pérdidas y daños, que deberá estar dirigido a los países más vulnerables. Queremos ayudar a las personas que más lo necesiten, y rápido. Y el fondo debería basarse en un análisis del mundo de hoy», dijo.
Timmermans defendió la posición europea como una opción para «tender puentes» entre las diferentes posiciones, pero lamentó que esas apertura no haya conducido a «negociaciones».
«Francamente, hemos hecho más movimientos que la otra parte de la discusión, si das un paso adelante, deberías esperar que tus socios y la otra parte empiecen a dar pasos adelante y no hemos visto mucho hasta ahora. Espero que eso cambie hoy y si eso cambia hoy, aun seguirá al alcance una buena conclusión», aseveró.
Timmermans apuntó a la presidencia de la COP27, en manos de Egipto, para que asuma esta situación y que trabaje «para que se haga justicia» en las negociaciones.