Por: Luis Huz Ojeda
La tradición del pesebre es muy antigua. Se han encontrado pruebas pictográficas en catacumbas que se remontan a la era del cristianismo primitivo. También en antiguas iglesias y primitivos sitios de peregrinación católicos
Como se origina la tradición del Pesebre
El primer pesebre del que se tiene registro fue realizado dentro de una cueva próxima a Greccio, Italia, en la Nochebuena de 1223 para simbolizar el nacimiento de Cristo. Su autor San Francisco de Asís quien en esa época utilizo animales en lugar de actores o de figuras, y posteriormente celebró una misa nocturna. Durante los siglos venideros su promoción y masificación en Italia correspondió a la orden franciscana. Esta tradición se institucionaliza en Italia y otros países de Europa a partir del siglo XIV. Primero es desarrollada por las autoridades eclesiásticas, después por los aristócratas y posteriormente se establece como tradición popular.
El pesebre se popularizo tanto que en el siglo XIX nacieron las primeras Asociaciones Belenistas en Europa y se llegó incluso a celebrar congresos especializados en la materia. Sin embargo, en la actualidad el pesebre es un signo de libre expresión de la fe católica para celebrar la llegada de las fiestas navideñas. Son múltiples las costumbres en torno al pesebre.
De acuerdo a la tradición, el pesebre se arma antes de Navidad, generalmente el día 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción, siendo usual esconder al niño Jesús envuelto en un pedazo de tela (o en algunos casos retirarlo físicamente de la escena), hasta pasada la medianoche del 24 de diciembre, cuando se hace presente y se deja en pie hasta el 2 de febrero, fiesta de la Candelaria.
¿Qué es el pesebre?
Los practicantes de la religión cristiana católica designan con el nombre de pesebre, nacimiento, portal o belén, a una representación plástica del nacimiento de Jesús de Nazaret.
El pesebre es una muestra de escultóricas figuras de distintos tamaños elaboradas en diferentes materiales, pinceladas de formales colores que escenifican el lugar y personajes que según la tradición estuvieron presentes aquel histórico momento de la venida al mundo del hijo de Dios entre estas intervienen las figuras que representan a la sagrada familia (José; María; el niño Jesús), la mula y el buey, el arcángel Gabriel, los tres Reyes Magos (Baltazar; Gaspar y Melchor) que vienen de Oriente. Siendo común que asomen otras figuras secundarias o terciarias: Ángeles, pastores con sus rebaños de ovejas, casas, cascadas, ríos, puentes, variedad de animales… Su montaje por lo general se cumple en un espacio de la sala de entrada a las viviendas donde practican esta tradición, participan desde el patriarca, la matrona y el resto de la familia quienes se esmeran en revelar su creatividad e imaginación al momento de participar en su elaboración. También existen los pesebres comunitarios e institucionales públicos y privados. En algunas localidades existen entes culturales que promueven su rescate como tradición cristiana a través de competitivos certámenes para reconocer y premiar lo mejor de estos trabajos artísticos.
Significado de cada imagen del pesebre
En vida a sus 85 años de edad, Ernesta Olmos una de las más veteranas hacedoras de pesebres en Carvajal contaba: “Cuando hice mi primer nacimiento tenía 11 años, ya abrigaba devoción por mi Santo Niño Dios, esto lo aprendí de Nicolasa Vásquez y Toribio Zerpa, damas precursoras de este arte popular de hacer nacimientos y montar pesebres en todo Carvajal. Siempre me explicaban el nombre de cada figurita y su significado, lección que desde niña me aprendí de memoria; por ejemplo: el pesebre representa sencillez y humildad; San José encarna la obediencia y la fortaleza; la Virgen María es el amor a Dios, bondad, comprensión y fidelidad; el Niño Jesús simboliza el amor infinito en el corazón del hombre; el buey con su respiración le proporcionó el calor que necesitó el Niño para mantenerse cálido en el pesebre; la mula es la humildad que permitió ser elegida para acompañar a María en el pesebre y en su huida a Egipto; el Ángel de la Anunciación, encarna amor, bondad y misericordia; los Reyes Magos con los regalos de oro, incienso y mirra revelan al Santo Niño su naturaleza divina, sufrimiento y muerte; los pastores encarnan alegría, candidez, respeto, solidaridad; las ovejas, representan confianza, docilidad, obediencia; el musgo es la hierba consagrada; la estrella es luz de inagotable esperanza para disipar las tinieblas.
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