La tradición andina de «Los Siete Potajes» se ve limitada por alto costo de la canasta alimentaria

Elaboración de siete potajes se ve limitada por los costos de los productos de la cesta alimentaria. Foto referencial

La tradicional reunión que llevaban a cabo las familias de los andes  con el banquete denominado «Los Siete Potajes» durante el día Jueves Santo se ve limitado  como consecuencia de la crisis económica y el alto costo de la canasta alimentaria.
Esta tradición que se desarrolla en Semana Santa consiste en la elaboración de siete platos que contengan:  verduras, hortalizas, granos, carnes, frutas, vinos y dulces que se consumen a la hora del almuerzo en una reunión familiar.
Algunas familias que profesan la fe católica han tratado de preservar por generaciones estas costumbres, desde tiempos inmemoriales, como una representación de la última cena que compartió Jesús antes de ser llevado a la cruz, para al siguiente día comenzar días de ayuno y oración.
«Se ha tomado ese gran banquete para celebrar el compartir del pan, entonces toma también un significado del encuentro con la otra persona, de compartir con el prójimo así como Jesús compartió el pan en la eucaristía con sus discípulos. Los siete potajes además de un gran día de fiesta y de banquete, significa compartir con los más necesitados», explicó el presbítero de la Diócesis de San Cristóbal, Johan Pacheco.
Pero en Táchira cada año se ha vuelto más complicado para las familias que seguían al pie de la letra estas costumbres, cumplir a cabalidad este suculento almuerzo.

El dinero no alcanza

Ana Barrio, habitante de San Cristóbal
Ana Barrios, una sancristobalense consultada sobre el tema, expuso que en estos momentos no se puede hacer por la economía, no da para hacer esa cantidad de comida.
«Anteriormente sí se podía hacer. Realizábamos las siete comidas diferentes al día, en reunión en familia y compartíamos. Hoy en día no se puede hacer lo mismo porque la situación económica no se lo permite a uno. Los recursos no alcanzan para eso», comentó Barrios.

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Carlos Orellana, habitante de San Cristóbal

Realizábamos la tradición de los siete potajes, pero hoy día no se puede por el alto costo de todo. Ya es imposible, de siete alimentos se reducen a uno», expresó Carlos Orellano.

Se recuerda el compartir fraterno 

 

Además con antelación a esta suculenta comida que se realiza en los andes, la iglesia católica desarrolla la cuaresma que son 40 días, desde el miércoles de ceniza hasta el miércoles santo, que consiste en mantenerse en abstinencia,  ayuno y oración, en donde los religiosos ofrecen como sacrificio la limitación en cuanto al consumo de alimentos, refiere el padre Pacheco.
Durante el jueves santo, también la tradición cristiana recuerda el compartir fraterno entre la familia y los amigos, aunque ahora por la crisis económica en Venezuela estos siete potajes se ven limitados en todos los ambientes, manifestó el sacerdote católico.
«Pero no se pierde la tradición del compartir fraterno, a lo mejor no son los siete platos diferentes, pero tiendo algo qué compartir, se ha mantenido» añadió.
Entre las familias de los pueblos andinos aún queda muy marcado, refiere Johan Pacheco, «quizás muchas familias en muchos lugares no podemos tener acceso a siete platos diferentes pero sí mantenemos la tradición de la fraternidad de compartir con el más necesitado, sobre todo para recordar aquel banquete pascual de Jesús», expresó.
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