Marjorie Raquel Pernía Martínez es Miss Teen Belleza Táchira, tiene 17 años de edad, y está cursando el tercer trimestre de psicología en la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA). El próximo 27 de agosto concursará por la corona del Miss Teen Belleza Venezuela.
Desde niña quería ser miss, por lo que a los 8 años inició en clases de pasarela, y a partir de allí se ha preocupado por cultivarse no sólo en lo físico, sino también en lo intelectual, pues le gusta estudiar y demostrar que la mujer tachirense no sólo es bella por dentro y por fuera, sino que también es formada, intelectual y capaz.
A través de un amigo, David Sandoval, de quien está agradecida, se enteró del casting virtual de Miss Teen Belleza Táchira. Envió los datos y pasó a una segunda etapa que incluía la entrevista presencial. Después de esto fue electa para representar a la entidad andina en el evento nacional.
Cree que su preparación, ser ella misma, y no sólo ser linda por fuera sino también por dentro, le ayudaron a llegar en donde está. Se siente orgullosa de hablar dos idiomas a parte del español, los cuales son inglés y francés.
“Es cumplir un sueño, pero además tener un crecimiento personal, porque un concurso de belleza no sólo es la proyección que te da, o no sólo es ganar, es el camino, es lo que uno aprende y las lecciones que dejan las personas que uno conoce, y como uno crece. Cómo hay un antes y un después de haber estado ahí. Representar al Táchira es una responsabilidad muy grande, representar a todo un estado, ser la imagen de todo un estado, pero al mismo tiempo es un orgullo porque he vivido aquí toda mi vida, he estado aquí, es una dualidad entre saber que tengo una gran responsabilidad, pero a la vez sentir mucho orgullo de saber que soy quien está representando al estado, es totalmente un sueño hecho realidad”, expresa al referirse a su banda de Miss Teen Belleza Táchira.
Al igual que la mayoría de los venezolanos, ha sufrido la partida de amigos y seres allegados hacia otro país, producto de la migración que enfrenta la nación, pero destaca que ella y su familia han apostado por quedarse, al considerar que el país no lo construye sólo un gobierno, sino también sus habitantes.
“A los hermanos que se fueron quisiera decirles que espero verlos volver un día, volver a verlos trabajar por su país, pero como también tomaron la decisión de irse, les deseo lo mejor, y así como yo estoy dejando en alto el nombre de mi estado, ellos también dejen en alto el nombre del país por fuera”, dice.
A diario, Marjorie Pernía se repite que ningún sueño es muy grande mientras crea lo suficiente en sí misma, por lo que quiere ser un ejemplo para las futuras generaciones, de que los sueños se pueden cumplir con trabajo, disciplina y empeño. “Mi mensaje es que siempre crean en ustedes, porque si uno no cree en uno mismo, nadie más lo va a hacer”.