En fecha 4 de julio de 2022, ‘The New York Times’ publicó un importante artículo titulado: ‘Una Jaula Invisible. Así es como China Vigila el Futuro’. En ese artículo se dice que los más de 1.400 millones de habitantes de China están bajo vigilancia permanente: “Las cámaras de la policía, omnipresentes en las esquinas de las calles, el techo del metro, los vestíbulos de los hoteles y los edificios de apartamentos los graban. Sus teléfonos son rastreados, sus compras monitoreadas y sus mensajes en línea censurados” (1)…China es una superpotencia capitalista y obviamente implementa un ‘tecno-totalitarismo’,
La idea de vigilar a personas sin que se den cuenta de que son vigiladas, data al menos desde el filósofo inglés Jeremy Bentham (1748-1832) que hizo una propuesta de ‘reforma carcelaria’ en su famosa obra: ‘Panopticon o la Casa de la Inspección’ (1787). En esta obra propuso un tipo de construcción que denominó: ‘Panóptico’ (del griego ‘pan’: ‘todo’ y el griego ‘optos’: ‘visible’, es decir, ‘que todo lo ve’). El panóptico estaba ideado para que el guardián carcelero en una torre central pudiera observar a todos los prisioneros recluidos en celdas individuales alrededor de la torre sin que ellos pudieran saber si eran observados. El efecto sería que el detenido no sabría cuando se le vigilaba y cuándo no, y entonces evitaría incurrir en comportamientos irregulares. Dicho en otras palabras, la idea era crear un sistema de ‘omnisciencia’ (conocimiento total) sobre los detenidos…una ‘omnisciencia invisible’.
Posteriormente, el autor francés Michel Foucault (1926-1984) en su obra titulada: ‘Disciplina y Castigo’ (1975) hizo referencia a ese ‘Panóptico’. Según Foucault, esta nueva técnica de poder que se podría llamar ‘panopticismo’, fue utilizada por primera vez en prisiones, escuelas y hospitales, y era necesaria para administrar y controlar a poblaciones que se hacían cada vez más numerosas
Diversos autores han planteado ‘distopías’ (del griego ‘dis’: ‘malo’ y el griego ‘topos’: ‘lugar’), es decir, sociedades malas, sociedades de pesadilla. El autor ruso Yevgueni Zamiatin (1884-1937) en su famosa obra titulada: ‘Nosotros’, escrita en 1920 y publicada en 1924, describe una sociedad regimentada y totalitaria en el siglo XXVI en la cual los ciudadanos viven en viviendas de cristal, por lo cual son vistos en todo momento y carecen de privacidad. La novela era una fuerte crítica al gobierno policial que había en la URSS. Zamiatin fue encarcelado y reprimido varias veces durante el régimen zarista ruso y al igual que muchos escritores, se identificaba con los bolcheviques y apoyó con entusiasmo la Revolución de Octubre de 1917. Pero luego se decepcionó, y cuando criticó el totalitarismo de los bolcheviques, fue expulsado de la ‘Federación de Escritores’ y tuvo que emigrar.
El autor inglés George Orwell (1903-1950) leyó esa obra distópica de Zamiatin y se inspiró en ella para escribir su famosa novela distópica : ‘1984’ publicada en 1949. Esta novela es satírica y en ella se describe una sociedad totalitaria en la cual los ciudadanos viven totalmente manipulados y vigilados por un gobierno dictatorial encabezado por el ‘Gran Hermano’. Las personas viven en una atmósfera de permanente zozobra y por todas partes se encuentran con letreros en los que se lee: “El Gran Hermano te está observando”.
Actualmente con el fabuloso desarrollo de la nanotecnología (tecnologías microscópicas), unida al desarrollo de poderosas computadoras que cada vez pueden procesar mucha más información, nos permiten pensar que ese panopticismo podría llegar en un futuro a niveles inimaginables, de tal manera que cada ciudadano quizá será observado permanentemente sin darse cuenta. Por ejemplo, en un número especial de la revista TIME sobre el desarrollo científico tecnológico en las próximas décadas, se hace referencia a ‘polvo inteligente’, el cual se describe de la siguiente manera: “estas pequeñas estructuras computarizadas son más grandes que una partícula de polvo, pero si usted dispersa unos cuantos de estos micro-aparatos equipados con microsensores a través de un campo de batalla, se podrá detectar el movimiento de las tropas. Si usted los incrusta en una autopista, se podrá obtener un informe sobre el tráfico. De hecho ya se están utilizando para hacer registros climatológicos en viñedos de California” (2)…Podemos preguntarnos: ¿Cuánto habrá avanzado la nanotecnología actualmente en el año 2022?.
Con las modernas tecnologías la violación de la privacidad de las personas ha ocurrido en muchas ocasiones. Por ejemplo recordemos que después del atentado del 11 de septiembre de 2001 en las Torres Gemelas en Nueva York, durante un tiempo en los aeropuertos estadounidenses se implementó un sistema de vigilancia, por medio del cual se podía visualizar si un pasajero o pasajera llevaba algo oculto en su ropa interior. Obviamente, los agentes podían observar el cuerpo desnudo de pasajeros y pasajeras. Hubo denuncias y suspendieron tal sistema.
En la página web del diario español ‘El PAÍS’ en fecha 15/11/2016, Manuel Ansede publicó un escrito titulado: “Las moléculas que dejas en tu móvil revelan secretos de tu vida”. El autor refiere que el teléfono móvil (celular) de una persona proporciona mucha información. En efecto, un grupo de científicos encabezados por el químico holandés Pieter Dorrenstein hicieron un estudio en Estados Unidos con los teléfonos móviles de 39 personas voluntarias. Ni siquiera los prendieron, pues se limitaron a restregar un hisopo sobre su superficie y analizaron químicamente las muestras obtenidas. Ansede asevera: “Los resultados sugieren que en el siglo XXI la privacidad será un bonito recuerdo del siglo XX”. Por ejemplo, el teléfono móvil del voluntario número 21 tenía trazas de citalopram, un medicamento antidepresivo, procedente probablemente del sudor de sus manos. Amina Bouslimani, investigadora del equipo de Dorrenstein en la Universidad de California en San Diego (EEUU), en un comunicado expresa: “Al analizar las moléculas que ha dejado en su teléfono, podemos saber si una persona es probablemente una mujer, si utiliza cosméticos de alta gama, si se tiñe el pelo, si bebe café, si prefiere la cerveza sobre el vino, si le gusta la comida picante, si está siendo tratada por depresión, si usa protector solar (…) y todo tipo de cosas”.
Por otra parte, Yuval Noah Harari (nac. 1976) es un reconocido historiador israelita profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalen. Sus obras han sido ‘bestsellers’ y en una de ellas titulada: ‘Homo Deus. Una breve historia del futuro’ (2015) trata el prodigioso desarrollo que habrá de la ‘Inteligencia Artificial’ en las áreas de la tecnología de la información y la biotecnología. En su obra más reciente titulada: ‘21 Lecciones para el Siglo 21’ publicada en 2018, analiza el peligro de que esos fabulosos desarrollos puedan ser utilizados por regímenes dictatoriales para vigilar y controlar las vidas de las personas. En el capítulo 3 titulado: ‘Libertad’, una sección se titula ‘Dictaduras Digitales’ y lo más ilustrativo será citar textualmente párrafos escogidos. Pero antes vamos a explicar que un ‘algoritmo’ es un procedimiento para resolver un problema por pasos consecutivos, sobre todo utilizando computadoras. Citemos fragmentos: “Los algoritmos que utilizan muchos datos podrían hacer más poderoso a un ‘Gran Hermano’, de manera que podríamos llegar a un régimen de vigilancia Orwelliano, en el cual todos los individuos son monitoreados todo el tiempo. En realidad, podríamos llegar a algo que ni siquiera Orwell pudo imaginar: Un régimen de vigilancia total que hace un seguimiento no solamente de todas nuestras actividades externas y todo lo que digamos, sino que podría penetrar debajo de nuestra piel para observar nuestras experiencias internas. Consideremos por ejemplo lo que el régimen de Kim en Corea del Norte podría hacer con la nueva tecnología. En el futuro cada ciudadano norcoreano podría ser obligado a usar un brazalete biométrico que monitorea todo lo que haga y diga – así como su tensión arterial y su actividad cerebral. Utilizando nuestro conocimiento creciente del cerebro humano, y utilizando los inmensos poderes de aprendizaje de las máquinas, el régimen norcoreano podría ser capaz por primera vez en la historia, de enterarse de lo que cada ciudadano está pensando en cada momento. Si un ciudadano ve una imagen de Kim Jong-un y los sensores biométricos detectan signos de ira (aumento de la tensión arterial, mayor actividad de la amígdala en el cerebro) – ese ciudadano puede estar al día siguiente en un campamento Gulag (…) Tanto China como Rusia están mejorando continuamente sus sistemas de vigilancia, al igual que países democráticos, desde Estados Unidos hasta Israel (…) A medida que aumente la implantación de ciertos algoritmos que permitan conocernos muy bien, los gobiernos autoritarios podrían alcanzar un control absoluto sobre sus ciudadanos, mucho más que en la Alemania Nazi, y la resistencia ante tales regímenes podría ser imposible. No solamente el régimen conocería con exactitud cómo se siente usted – sino que podría hacer que usted se sienta como el régimen desea. El dictador (…) podría lograr que los ciudadanos lo amen y odien a los disidentes que se le oponen (3).
En fin, las modernas tecnologías podrían posibilitar un panopticismo en sociedades distópicas sin ninguna libertad personal. NOTAS: (1) Paul Mozur, Muyi Xiao y John Liu: ‘Una Jaula Invisible: Así es como China Vigila el Futuro’. ‘The New York Times en castellano’, 4 de julio de 2022 (2) Pag. 80 en TIME, september 8, 2003 (3) Pags. 63-66 en Yuval Noah Harari (2018) ’21 Lessons for the 21st Century’. Penguin Random House
.