Bogotá, 23 abr (EFE).- La segunda temporada del thriller colombiano «Pálpito 2», cuya primera parte fue vista por más de 60 millones de personas en el mundo, regresa a Netflix con la premisa de «ponerse en los zapatos del otro» para entender a los personajes de la serie, explicaron los integrantes del elenco en una entrevista con EFE.
En esta segunda entrega, se retoman las historias de Zacarías, Simón y Camila, quienes se ven inmersos en una trama cargada de amor, celos y traición, entrelazadas con el oscuro negocio del tráfico de órganos y asesinatos.
En la serie de 10 capítulos, la calidad y la tensión que caracterizaron a la primera entrega se mantienen intactas, tanto así que Juan Fernando Sánchez, quien interpreta a Sarmiento, uno de los líderes de la peligrosa organización de tráfico de órganos, confía en que la audiencia quede «encantada» y «llene sus expectativas».
«Es una historia muy potente que te envuelve muy rápido y eso ayuda mucho a nuestro trabajo», afirmó Laura Londoño, quien se une al reparto en la segunda temporada en el papel de Lorena Williams, un personaje atrapado en el dilema moral de hacer el bien o el mal.
El actor argentino Michel Brown, quien da vida al personaje de Simón, uno de los protagonistas de esta historia en la que su esposa es víctima de la peligrosa red criminal, aseguró que trabajar en una producción colombiana «es un gusto».
Destacó que en el rodaje todos los integrantes del equipo «jalan para el mismo lado», trabajando en armonía para conseguir que el producto audiovisual resulte impecable.
RETO ACTORAL
En «Pálpito 2» los personajes son mucho más fríos y oscuros, lo que hace del reto actoral algo «complicadísimo», declaró Ana Lucía Domínguez, quien encarna a Camila, la protagonista de la serie y esposa de Zacarías.
«Fueron unas escenas que como actriz me retaron mucho (…) creo que ha sido de los personajes más difíciles y complejos en mi carrera», apuntó la colombiana, conocida por papeles en otras series como «Pasión de gavilanes».
La actriz confesó a EFE que conoció a una doctora cuya madre recibió un trasplante de riñón y sucedió algo muy curioso (aunque no haya sido comprobado científicamente): después del trasplante, su madre comenzó a sentir antojo por alimentos que antes no le gustaban tanto, «como hamburguesas, perros calientes y comida rápida en general, algo que antes no solía consumir con frecuencia».
Añadió que, en el caso de Camila, su órgano expresa sensaciones que a lo mejor antes del trasplante no tenía, pero con este nuevo corazón «empieza a sentir cosas distintas», lo que refleja la complejidad de tener «algo» de otra persona.
Sebastián Martínez, quien interpreta a Zacarías el esposo de Camila, expresó que los actores están en «la búsqueda de entender a los personajes» y que su idea fue «abordar, entender y tratar de comprender (…) un personaje que tiene una coraza muy fuerte por fuera (…) pero que en el fondo termina siendo la persona más frágil, apasionada y susceptible a las emociones».
«Entender que seres humanos existimos de todos los tipos y realmente estamos llenos de arquetipos», indicó Martínez sobre su preparación del personaje.
Por su parte, Londoño indicó que trató de acercarse al personaje a través de «puentes», lo que significa encontrar situaciones que la unan al personaje, puntos en común y momentos en donde entiende al personaje.
PONERSE EN LOS ZAPATOS DE OTRO
«Se puede entender a Simón hasta el punto en que te pones en sus zapatos», indicó Brown quien advirtió a la audiencia que la serie invita a tener «cuidado con lo que piensas o lo que crees que no puedes hacer porque las cosas pueden llegar a cambiar».
«Me parece muy importante lo que dice Michel y sí, es ponerse en los zapatos del otro» reafirmó Valeria Emiliani, quien asume el papel de Samantha, hija de Simón, quien aseguró que en la serie no hay «ni buenos ni malos» sino situaciones que pasan y las personas resuelven como pueden, agregando que «es muy fácil juzgar» sin haber estado en esa posición antes.