Buenos Aires, 7 oct (EFE).- Después de la economía, que fue el punto fuerte en el primer debate, la seguridad toma el relevo como eje de un segundo encuentro televisivo entre los cinco candidatos a la Presidencia argentina con vistas a las elecciones del 22 de octubre.
La Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, en la capital argentina, será el escenario del segundo debate establecido de manera obligatoria por la Cámara Nacional Electoral (CNE) y último antes de los comicios; de ser necesaria una segunda vuelta el 19 de noviembre, los dos aspirantes más votados se medirían en otro encuentro televisivo el 12 de noviembre.
El candidato de La Libertad Avanza (ultraderecha), Javier Milei; el de la coalición oficialista Unión por la Patria (peronismo), Sergio Massa; la de Juntos por el Cambio (centroderecha), Patricia Bullrich; el peronista disidente y actual gobernador de Córdoba, Juan Scharetti; y la aspirante del Frente de Izquierda y de Trabajadores, Myriam Bregman, hablarán sobre seguridad; trabajo y producción; y desarrollo humano, vivienda y protección del ambiente.
El último de esos bloques temáticos fue elegido por la ciudadanía, mientras que los dos primeros fueron seleccionados por la CNE junto a los equipos de campaña de los candidatos.
Sin duda, la seguridad será un asunto que levantará polémica entre los candidatos.
Pese a que, según un estudio de la Universidad de Tres de Febrero (Untref), Argentina ocupa el cuarto lugar de la región con menos homicidios dolosos (entre 5 y 6 por cada 100.000 habitantes), la percepción que tiene la ciudadanía es de una alta inseguridad y, en concreto, algunas zonas del país elevan esa tasa y, sobre todo, la ansiedad de la población.
Las provincias de Santa Fe, en concreto la ciudad de Rosario, donde la violencia ha aumentado por la acción de bandas vinculadas al narcotráfico, y de Buenos Aires -especialmente el conurbano, el área que circunda la capital- se ven afectadas por robos y asesinatos, al tiempo que sus habitantes consideran que la justicia no hace lo suficiente con los delincuentes.
Ante ese panorama, propuestas como las de Milei o Bullrich, que propugnan mano dura e, incluso, han llegado a defender la libre portación de armas, calan en la sociedad.
La candidata de Juntos por el Cambio llegó esta semana, durante una entrevista, a decir que en las cárceles de máxima seguridad que creará para grandes delincuentes -sobre todo su foco está puesto en los narcotraficantes- podría grabar las conversaciones entre presos y abogados y usarlas para evitar delitos.
En el caso del trabajo, Argentina tiene un índice bajo de paro (un 6,2 % en el primer semestre) pero la informalidad, por un lado, y los bajos salarios, por otro, merman la calidad del empleo. Junto a esto, los candidatos verterán sus encontradas opiniones sobre subsidios y planes sociales.
Respecto a la protección del ambiente, la voz de Milei, que no cree que exista cambio climático, volverá a ser la disonante, como en el debate del 1 de octubre, cuando negó la existencia de 30.000 desaparecidos por la acción de la dictadura militar (1976-1983) en el bloque de derechos humanos.
Como la semana pasada, cada candidato dispondrá de un turno de presentación de un minuto de duración, en el que no habrá réplica.
Posteriormente, cada aspirante contará con dos minutos para desarrollar cada uno de los temas del debate. Ahí, los candidatos podrán replicar durante 45 segundos si se sienten aludidos por las palabras de otros.
Dispondrán de 5 réplicas, en la que, sin duda, fue la regla más controvertida del anterior encuentro, pues los dos máximos favoritos para la segunda vuelta electoral, Milei y Massa, agotaron las suyas en el primer tema, economía, quedándose sin más para el resto de la noche.
El tercer sector del debate será un turno de preguntas cruzadas en el que cada candidato podrá lanzar una cuestión a sus rivales.
Por último, cada participante contará con un minuto de tiempo libre para cerrar.
Los tres candidatos más votados en las elecciones PASO (primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias) del 13 de agosto fueron, por este orden, Milei, Massa y Bullrich, con porcentajes muy cerrados y por debajo del 30 %, lo que presentó una Argentina de tres tercios.
Tras los comicios de octubre, si ningún candidato alcanza un 45 % de apoyo o al menos un 40 % y 10 puntos porcentuales sobre el segundo, habrá una segunda vuelta el 19 de noviembre.
Quien gane las elecciones presidirá Argentina desde el 10 de diciembre por el período 2023-2027.
Concepción M. Moreno