A través de una carta, la reina Isabel II dio su consentimiento, para que el príncipe Harry uniera su vida en matrimonio con la actriz estadounidense Meghan Markle, celebración que se llevará a cabo el 19 de mayo en la capilla de San del Castillo de Windsor.
La autorización fue remitida por la reina al Consejo Privado del Reino Unido, su cuerpo de asesores personal en la que indicó su aprobación a las nupcias de su nieto.Esta formalización forma parte de un requerimiento legal en el Reino Unido, para validar el enlace de cualquiera de las seis primeras personas en la línea de sucesión al trono.
Vale acotar, que de no haber recibido este consentimiento, el Príncipe pudo haber continuado con la celebración, pero con la condición de renunciar al trono y todos sus herederos.
¿Asistirá Isabel II a la boda de Harry y Meghan?
Aun aprobada la boda, la asistencia de la reina Isabel II de Inglaterra aún está por confirmar. Y, es que, puede que la reina haya dado su visto bueno al enlace pero existen razones de peso para pensar que no pondrá un pie en la celebración.
A pesar de que parece que Palacio se está actualizando, los rumores acerca de los posibles conflictos internos ya han comenzado a surgir. Probablemente el mayor conflicto es el surgido entorno a la asistencia de la reina a la boda.¿Pero por qué? Pues muy fácil, pues aunque ella haya dado su bendición a los novios, puede que se vea obligada a no asistir. Y la razón detrás de esta probable decisión tendría que ver con un asunto legal.
Aunque la reina quiera asistir, puede que no pueda ir a la boda de su nieto ya que ella es Jefa de la Iglesia de Inglaterra y Defensora de la Fé. Ir a la boda podría representar un conflicto de intereses debido a que el anterior matrimonio de Meghan terminó en divorcio. (Meghan Markle se casó con el productor de televisión Trevor Engelson y se divorció en 2013).
La reina como Jefa de la Iglesia, representa los valores de su religión y, por extensión, su visión del divorcio. Y, su presencia en la boda podría verse no como la presencia de la abuela del novio, sino como la de la Defensora de la Fé dando su bendición a un segundo matrimonio después del divorcio.
¿Un ejemplo de que esto podría pasar? Ya en su momento la reina no asistió al matrimonio de su hijo Charles con Camila Parker Bowles por la misma razón. Ella le dijo a un amigo que “no sentía que su posición le permitiera participar en la ceremonia”.
Agencias- Luciasecasa