Juglares, bardos, cantautores, compositores, improvisadores, cantadores de décimas, hacedores de versos, escritores, gente con valores y principios edificantes, conjugados en labranza de la belleza y de la estética, que le han dedicado hermosas obras a La Puerta; por ejemplo, el estilo y la métrica de Régulo Burelli, o el verso libre y alegre de su tío Américo; el maestro Roviro Lamus, con sus simpáticas estrofas testamentales de Judas, suerte de sancionador afable de los “huesos” y “deudores” del pueblo, o la décima profana y desafiante de Concio Rivas; la prosa campesina con mensaje solidario del recién fallecido poeta Echeverría. Incluir, por supuesto, el verso de combate de Alí Primera. La resplandeciente Ana Enriqueta Terán con sus tercetos de tradición formal, quizás muchos son de la escuela del romanticismo, con medida y espacio, y otros, con un manejo impecable y formal del lenguaje, en su estructura metafórica. Con ánimo informativo y de justa recordación, se han recogido aquí, los nombres de algunos de ellos.
Mario Briceño Iragorry (Trujillo 1897 – Caracas 1958) Cultor de ese sentimiento estético por la tierra de la madre de Dios, a quien le leí con admiración aquello que La Puerta, no es un pueblo, sino una Puebla, espiritualidad y belleza, enseñó cómo se siente y se quiere a un pueblo, en efecto, es la Matria. De forma desprendida y hasta poética, describió a La Puerta de comienzos del siglo XX, en su única novela Los Ribera, así: «los viajeros continuaron, entre sembradíos de trigo y maíz. El camino que conduce a La Puerta a través del estrecho y delicioso valle… no se dieron cuenta de la vía ni de los dorados trigales del contorno, hasta que llegaron al delicioso sitio de “El Pozo”, ya despejado de la niebla mañanera y en cambio alumbrado por un sol esplendoroso que daba mayor nitidez a los lirios inmensos y vueltos hacia el suelo, pendiente de las frondosas matas de floripón ahiladas a la vera del camino».
La fina prosa del profesor Alirio Abreu Burelli, dedicada a su pueblo natal, la podemos observar en un pequeño fragmento sobre el escudo local, que aguza nuestros sentidos: «… que representa las montañas, el valle y el río Momboy y en el medio una gran puerta abierta de par en par, como símbolo de hospitalidad, transparencia, libertad; que invita a entrar y quedarse…”.
El maestro y poeta J. Horacio Baptista, dejó como patrimonio cultural y de las letras, el primer himno de La Puerta (1970), sintetizando en cuatro estrofas, su historia colonizadora y características del paisaje, de la que vamos a resaltar, la siguiente: «Ha” setenta lustros guerreros errantes // han glorificado esta hermosa zona // dándole al terruño lengua de Cervantes // y a San Pablo La Paz como Patrona».
El poeta Régulo Burelli Rivas (Montecarmelo 1917 – Caracas 1984), escribió una especie de oda, que denominó «Puerta del paraíso». Sin embargo, aquí, seleccionamos y compartimos uno de los delicados versos que constituyen la letra del Himno Parroquial: «Más que recuerdo y añoranzas //Eres vigor y voluntad // ¡Oh! Puerta abierta a la esperanza // Puerta de amor y de lealtad».
Ely Rafael Primera Rossell, conocido como Alí Primera. (Coro 1942 – Caracas 1985), la concibió en un momento trascendental para el país, como espacio de protección de todos, al comenzar con su claro inicio: «No dejaremos que cierren// la linda puerta que siempre // ha estado abierta a la vida».
Nuestra poetisa Ana Enriqueta Terán. (Valera, 1918 – Valencia 2017), con su alzada poesía y el brillo de sus tercetos, nos dejó su vivencia en Momboy, río de la infancia: «Clamo por algún aire que defina // contornos en espuma, palma, rosa: // pequeño adorno en frente cristalina»; lo encuentra asido a singular fragancia.
Concio Rivas, el cantor de Las Siete Lagunas (Páramo de La Puerta 1916 – 1978) y su trova parameña. Improvisador y cantor de décimas, cuando lo veían llegar a otros pueblos, su fama era la de imbatible en el contrapunteo y la réplica en defensa de su tierra. (Concio Rivas, Cantor de Las Siete Lagunas. En: En: lapuertaysuhistoria.blogspot.com); igualmente se recuerda a César La Cruz, en este estilo.
Antonio Rincón Echeverría. El poeta Echeverría (Trujillo, 1947-2022). En 1981, cuando se agudizó el conflicto socio ambientalista de La Puerta, fue de los primeros activistas que se solidarizaron con la lucha de dicho pueblo, y le dedicó con la más estilizada cultura de nuestra ruralidad andina, un corto cuadro dramático, «La Puerta, ayer», del que se transcribe un trozo: «Callaron, fue completándose el silencio. Pronto la niña quedó dormida, más luego la madre: pensando en la afanosa y maravillosa hija que tenía, y quien era de la casa el sostén. Causa de ese otro cáncer que corroe a Venezuela: el machismo».
Martín Rivero, el maestro. Nació en El Censo, La Puerta, en tiempos de muchas carencias y de analfabetismo. Fue poeta y cantor de décimas. Aun cuando no deseaba irse, la necesidad lo obligó a ir a trabajar a Maracaibo, en 1948. Pasados varios lustros, decidió darle una explicación a su pueblo del por qué se residenció allí, reiterándole su profunda querencia. Escribió: «Lamentos de un deudor», tributo que revela a Martín Rivero, como inquieto bardo, de exquisita sensibilidad, con la añoranza del regreso.
Ángel González Rivas, el «Guayanés». Nació en el estado Bolívar. La Puerta sultana del Momboy, es un canto apasionado y profundo del poeta, como «agradecimiento por la tierra que lo adoptó como un hijo más de esta geografía andina»; de sus vivencias escribió: «Sultana bella de acrisolados valores // Madre sublime noble y generosa // Cautivante paraíso cubierto de flores // Bendita tierra gentil maravillosa».
Juan Bautista Araujo La Cruz, «Tista». (La Puerta, 1935-2021). El apreciado «Tista», bardo popular de esta serranía, quien tuvo como musa, su tierra natal y adorada. Con su sencillo silabario, hilvanó «La Puerta», que la convierte en joya, en su alhaja predilecta, asi: «Bienvenida prenda de mi vida, // mi Puerta querida, // a ti nadie te olvida. // Te llevo en mi corazón, // te lo digo con orgullo, // te lo digo con pasión, // pues mi corazón es tuyo». En su obra, obtenemos su ansia de protegerla, de conservarla y desde su humilde transitar, la proyecta hasta más allá de los tiempos del universo.
Alirio Ocanto, el maestro. La Puerta, 1944 – 2018). La querencia por su pueblo, lo entusiasmó a componer una canción que escribió el 26 de octubre del 2000, y constituye su hermoso tributo al lugar donde nació, La Puerta, así: «En un bello lugar de mis andes queridos, // se encuentra La Puerta, rinconcito escondido, // con sus bellas mujeres de rostro angelical, // con aires parameros sus campos floridos».
El profesor Leonardo Paredes, joven cantautor, nos abre en forma franca su huerta lírica, para que los amantes y conocedores de la estética y la belleza, tomen de sus frutos frescos, lo esencial de sus emociones y espiritualidad, así como la savia convertida en aromas y fragancias ambientalistas, que propician el ensueño y el sosiego. Lo demostró en su composición Kiu Ustate, cantada por él, en el acto celebratorio de La Puerta, el 9 de agosto del 2020.
Recuperar la memoria histórica, nutrir el patrimonio cultural y contribuir con esta breve recopilación, es el propósito de este artículo que lo podrán leer completo en el portal: lapuertaysuhistoria.blogspot.com. Poemas en prosa o textos en versos libres, todos expresan su sentimiento por lo que representa el rio, el valle, el paisaje, el clima, la tierra y la espiritualidad de la gente de La Puerta, al fin, fueron, son y seguirán siendo, tanto los de ayer, como los de ahora, sus eximios poetas.