Víctor Álvarez R. / @victoralvarezr
En este artículo presentamos cuatro escenarios posibles de la política de Trump hacia Venezuela. Evaluamos el impacto de las sanciones petroleras y la imposición de aranceles secundarios sobre el mercado petrolero, la economía venezolana, la migración y las relaciones geopolíticas internacionales.
Escenario ganar-ganar: levantamiento de las sanciones petroleras.
Este escenario es bueno para Venezuela y bueno para EEUU:
- Prevalecen los intereses estratégicos de ambos países: Venezuela recupera el ingreso petrolero que abastece el mercado cambiario, mueve la economía y genera empleos estables, mientras que EEUU asegura el suministro estable de petróleo venezolano y alivia el flujo de migrantes venezolanos.
- A través de la negociación diplomática se acuerda un canje de levantamiento de sanciones por deportaciones masivas de migrantes venezolanos en EEUU.
- Sin la amenaza de sanciones, las petroleras estadounidenses y europeas pueden invertir en Venezuela para aumentar la producción de petróleo y gas, alejando a los rivales geopolíticos de EEUU.
- El aumento de la producción petrolera venezolana contribuirá a estabilizar el precio del petróleo en los mercados internacionales y mantener bajo control los precios de los combustibles y la energía.
- Con un ingreso creciente de divisas, Venezuela podrá renegociar su deuda externa y reinsertarse en el mercado financiero internacional, cuestión que conviene a los tenedores estadounidenses de bonos de Pdvsa y la República.
- Con la eliminación de las sanciones, Venezuela puede recuperar la economía nacional, mejorar las condiciones de vida de la población y frenar la migración.
Escenario unos ganan-otros pierden: no hay licencias para todos
Este escenario es bueno para EEUU y regular para Venezuela:
- Para evitar que los aranceles al petróleo canadiense y mexicano den al traste con la promesa electoral de Trump de bajar los precios de los combustibles y la energía, la OFAC puede prorrogar la licencia a Chevron para que siga abasteciendo el mercado estadounidense con petróleo venezolano, pero suspende las licencias a Repsol, ENI, Maurel & Prom, Reliance, etc.
- Así se mantiene la política de sanciones administrada a través de para garantizar que el crudo nacional se destine de manera prioritaria a las refinerías de EEUU que fueron diseñadas para procesar petróleo con las especificaciones técnicas del crudo pesado venezolano.
- EEUU aseguraría el suministro estable y seguro de petróleo pesado a las refinerías ubicadas en el Golfo que no pueden procesar los petróleos livianos generados por la tecnología del fracking.
- La OFAC controla la producción y las exportaciones de petróleo venezolano a través de licencias y aleja de Venezuela a los rivales geopolíticos de EEUU.
- Venezuela vende a precios de mercado su petróleo en EEUU, pero se verá limitada a negociar solo con empresas petroleras autorizadas por la OFAC.
Escenario de máxima presión: todos pierden
Este escenario es malo para Venezuela y malo para EEUU:
- El endurecimiento de las sanciones y la imposición de aranceles secundarios a los países que importen petróleo venezolano castica el ingreso en divisas de Venezuela.
- La escasez de divisas presiona el alza del dólar que encarece las importaciones, repunta la inflación, se contrae la economía y reaparecen los problemas de escasez e inflación que atormentan a la población y exacerban la migración.
- La sobreaplicación de las sanciones al sector privado y organizaciones humanitarias agravan la crisis económica y social de Venezuela.
- EEUU pierde el suministro estable y seguro del petróleo venezolano, no puede reponer sus reservas de crudos pesados y genera un déficit que presiona los precios del petróleo, los combustibles y la energía.
- Los exportadores de bienes y servicios estadounidenses pierden el mercado nacional, se rompen redes de suministro y Venezuela es lanzada a las cadenas de valor internacional de los rivales geopolíticos de EEUU.
Escenario de sobrevivencia: el enemigo de tu enemigo es mi amigo
Este escenario es regular para EEUU y regular para Venezuela:
- Trump asegura el apoyo de los congresistas radicales para que le aprueben las leyes y presupuestos, al precio de deteriorar aún más la economía venezolana, agravar las condiciones de vida que recrudecen la diáspora, y truncar el acuerdo migratorio con EEUU.
- Para evitar quedar aislado y poder sobrevivir a las sanciones, el gobierno venezolano estrecha relaciones diplomáticas y comerciales con otros países igualmente sancionados.
- Los rivales geopolíticos de EEUU aumentan su presencia como proveedores de materias primas, insumos, repuestos, tecnología y financiamiento.
- Para evadir las sanciones y generar algún ingreso, Venezuela hace concesiones y otorga grandes descuentos en las exportaciones de petróleo y minerales que perjudican el ingreso en divisas y pueden afectar la soberanía nacional.
- Bajo la confidencialidad y secretismo que permite la Ley Antibloqueo, el petróleo venezolano se vende clandestinamente en alta mar a través del trasegado en buques camuflados que se arriesgan a hacer negocios con el régimen.
- Venezuela carga con el sobre costo por transacciones comerciales de alto riesgo: proveedores de alimentos, medicinas y otros bienes y servicios exigen una prima de riesgo por negociar con un país sancionado.
¿Cuál escenario prevalecerá? La actuación de Trump ha estado signada por marchas y contramarchas. La definición de su política hacia Venezuela dependerá de cómo se resuelvan las tensiones y contradicciones internas, de si triunfa la negociación diplomática iniciada por el Alto Comisionado, Richard Grenell; o finalmente se impone la línea dura de máxima presión que lidera Marco Rubio.