LA PAZ EN LA TORMENTA | Por: Francisco González Cruz

 

Francisco González Cruz

En medio de la tormenta desatada luego de las votaciones del 28 de julio, en el fondo hay una paz que emerge de la verdad conocida por todos. La enorme mayoría del pueblo venezolano votó por construir una “sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna…” tal como lo establece el preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Conviene igualmente recordar el artículo 3° Constitucional: “El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución. La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines”.

Y lo que expresó claramente el pueblo venezolano que votó en estas recientes elecciones es que quiere vivir en paz, labrarse un futuro con base a su propio esfuerzo y preparación, tener seguridad en la casa, en la calle y en la administración de justicia. Eso es lo que queremos los venezolanos, el sosiego necesario para ayudar entre todos a sacar el país adelante.

Esa paz espiritual que da el saber haber cumplido con su deber ciudadano, tiene que tener su correspondencia en las calles, en las casas y en todos los ambientes del territorio nacional. Y espera que toda esta tormenta se resuelva de acuerdo con lo expresado por la voluntad popular, tal como lo establece toda la legislación que regula el acontecer nacional.

El pueblo clama y reclama la paz integral, la paz total, que permita la marcha normal de la Nación.

 

 

 

 

 

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