¿Cuántos celebran aún siendo venezolanos las amenazas de intervención del imperio norteamericano a nuestro país? No tienen idea de lo que significa una guerra, una invasión armada. No han pensado nunca en el dolor de sus propios familiares, de su propio pueblo. Pero tampoco han pensado que somos millones de hombres y mujeres que saldremos con todo el amor a nuestra patria a su defensa a toda costa y que esta tierra sagrada será sepultura para los que osen y se atrevan a violar nuestra soberanía territorial. No estamos dispuestos ni a rendirnos, ni mucho menos entregar nuestro suelo patrio a los enemigos de todo el planeta, ni tampoco a los traidores de la patria, vulgares personajes que no merecen que nadie, en absoluto, atienda sus viles llamados a la intervención de nuestra nación.
Hoy con absoluta responsabilidad, como patriota, como trujillano, como militante del honor y la dignidad me uno sin temor alguno, al pueblo glorioso de Venezuela en la defensa integral de nuestra República y exhorto a todas y todos los venezolanos a cerrar filas en la unidad profunda cívico-militar, ante una agresión de los gringos y los gobiernos lacayos aliados, responderemos con la guerra total, popular y combinada de todo el pueblo. Jamás doblegarán la tierra de la heroicidad, de la resistencia encarnada en las enseñanzas indestructibles y el legado de Guaicaipuro, Bolívar, Sucre, Luisa Cáceres, Zamora, Fabricio Ojeda, Argimiro Gabaldón, el pensamiento liberador y del espíritu de nuestro Comandante Hugo Chávez. Se equivocan si vienen por esta patria, que será ejemplo al mundo de las luchas por nuestra emancipación total.
Las bases de la oposición no deben ni pueden acompañar a los traidores de la patria. Nuestro mensaje claro va dirigido a la conciencia de nuestros pueblos y pueblitos. Aquel y aquella que vivan en este país deben levantar la estima, la identidad, el arraigo y volver trizas toda esa matriz de opinión manipuladora que pretende justificar una intervención en Venezuela. Nadie puede justificar bajo ninguna argumentación esta cobardía criminal.
Estamos llamados como pueblo y gobierno a crear todas las bases para la resistencia victoriosa, a la vez de desarrollar la capacidad creativa para la producción de alimentos partiendo de nuestro conocimiento ancestral, nuestras potencialidades en recursos naturales renovables e ilimitados que nos da nuestro trópico, tenemos las riquezas naturales para una sana alimentación, para una salud liberadora. La patria se honra, no se mancilla.