Colgado en los laureles está el mallete de la justicia, ante el caso atípico que golpeó a la colectividad valerana hace casi un año, cuando en el sector Las Acacias, considerado un lugar tranquilo para vivir, un hombre y una mujer asesinaron salvajemente a Gladys de Jesús Cañizales de Rubio (77), Edelmira Uzcátegui Rojo (81) y María Yanet Sulbarán Gutiérrez (41).
El primer triple homicidio del año pasado, conmocionó a la ciudad el 20 de enero puesto que esta tragedia tuvo varias particularidades: el crimen lo cometió un hombre y una mujer, utilizaron sólo armas blancas para atacar a las víctimas indefensas y sin ninguna malicia y lo que se llevaron fue una computadora, llaves y los teléfonos, aunque no fue confirmado por los pesquisas, pero el resto de la vivienda, estaba intacto.
En un vehículo Corsa, color plata, dos puertas llegó la pareja extraña a la casa de la calle 28 entre avenidas 5 y 6, sector Las Acacias, a media cuadra del parque Los Ilustres de Valera. La pareja de maleantes supo convencer a la dueña de la casa para que los dejara entrar; varios días antes se acercó la muchacha, ofreció acemas para la venta y despertó el interés de Gladys de Rubio por ello cuando la muchacha regresó no sospechó de los oscuros intereses, a pesar de que con la mujer iba un desconocido.
Ambos ingresaron a la casa de la familia Rubio y el vehículo lo estacionaron tranquilamente, se presume que eran entre las 2 y 3 de la tarde y los desconocidos almorzaron allí, mientras se daba la compra-venta de las supuestas acemas, que terminó en un atroz crimen y se descubrió dos horas más tarde.
A pesar del impacto por tan lamentable situación, los cuerpos de seguridad lograron identificar rápidamente el vehículo y a la presunta pareja asesina, pero por “caminos verdes” los criminales huyeron del país y se alojaron en Colombia, a pesar de tener órdenes de captura por el delito de homicidio intencional calificado, ejecutado con alevosía.
Desde entonces han guardado silencio absoluto sobre los asesinos de las tres damas en Las Acacias; fuentes cercanas al caso aseguran que los sospechosos están en el vecino país, huyendo de la justicia sin pagar por lo que hicieron; pero los valeranos tienen memoria y exigen que se desempolve el caso y se haga justicia.
Venganza
La hipótesis de venganza es la que cobra fuerza en el caso, puesto que la atrocidad cometida no pudo ser sólo por robar unos cuantos artículos de tecnología; pero venganza por qué o quién sigue siendo un misterio y tres grupos familiares llevan la cruz de una irreparable pérdida de la que no hay respuestas, ni sancionados