La otra Valera, la Valera curiosa

Por: Alfredo Matheus

 

Dicen los abnegados cronistas, que el primer periódico que vio luz en la ciudad de Valera, fue el “Regenerador”, por allá en los años 1872, luego nuestra comarca sería una referencia en la región andina por la cantidad de medios impresos que comenzaron a nacer en esta tierra de gracia…En 1900 aparece “El correo de Valera” y la revista “Cosmos” del Br. Pompeyo Oliva, aunque usted no lo crea, llegó hasta España.

En la férrea dictadura de Juan Vicente Gómez, la prensa escrita tenía que estar “ojo de garza” para que el director del periódico no fuera a parar a un nauseabundo calabozo, allí empezó a funcionar la famosa “autocensura”, quien escribía se cuidaba de no herir susceptibilidades en los gobernantes de turno, quienes echaban más vaina que una piña bajo del brazo en el momento en que les hacían alguna crítica… Cuando terminó la dictadura, comenzaron a surgir periódicos como arroz…

* Desde hace más de 200 años, la historia de nuestra Valera se ha escrito en papel periódico…En 1872 llegó la primera imprenta a Valera, gracias a don Juan Haack, un farmacéutico con un gran corazón en el pecho, para nada le interesaba el confort, sino servirle a la tierra que lo cobijó y le dio abrigo…El maestro Juan, fue un hombre de mucha espiritualidad, no se cansaba de ayudar a los más necesitados, era sumamente respetado y amado por hombres y mujeres que reconocían en él, a un ser humano excepcional…

Cuando murió don Juan Haack, la comarca enmudeció en tristeza, la nostalgia llegó a los hogares valeranos, moría el hombre de corazón bueno a quien llamaba “el padre de los pobres”. El día de su entierro, las casas quedaron solitarias, todos los habitantes marcharon con el cortejo fúnebre para darle el último adiós al farmacéutico y periodista de gran corazón…

* «La Catedral San Juan Bautista”, anda de boca en boca entre los valeranos; no se escucha como antes decir a un parroquiano: la catedral está en Trujillo. La San Juan Bautista sentimentalmente es la gran catedral de nuestra ciudad, algunos estudiosos hablan que esta reliquia arquitectónica es una de las más bellas, no solo de Venezuela, sino de Suramérica…

En 1927, el padre Parra se dio a la tarea de construir la iglesia San Juan Bautista, levantando las torres de cuarenta y cuatro metros de altura, una verdadera hazaña de ingeniería para la época, todo se hacía con la ayuda de humildes andamios. A lo largo de su construcción, los pobladores que paseaban por la plaza Bolívar, casi se les caía la nuca mirando hacia el cielo, no era observando algún platillo volador, sino asombrados porque cada día las hermosas torres casi tocaban el azul cielo valerano…

En 1934, es nombrado Vicario de Valera, monseñor José Humberto Contreras, a quien no le gustaba que le dijeran monseñor, menos doctor… Su gran sueño, terminar de construir la iglesia San Juan, y así lo hizo… Los vitrales de gran tamaño y cuyos motivos son escenas de la vida pública de Jesús de Nazaret, fueron encargados a Múnich (Alemania), en 1939.

Como no falta “un diablo en misa”, al desencadenarse la Segunda Guerra Mundial, los hermosos vitrales que hoy dan mayor majestuosidad a la iglesia, no pudieron llegar a tiempo a nuestra ciudad, los bombardeos de la aviación por poco acaban con la fábrica, gracias a Dios, a alguien se le prendió “el bombillo” y los vitrales fueron guardados en el sótano, no sufrieron “ni un rayoncito”. Hicieron su entrada triunfal a Valera en 1949…

En 1953, todo es alegría en nuestra comarca, hombres y mujeres caminaban por esas calles que casi se les salía el pecho del inmenso regocijo; la iglesia San Bautista terminaba de ser construida, no hay otra que se parezca a ella, tiene una magia, un misterio, entrar en esos espacios y caminarla un rato nos causa un impacto de alegría, no dan ganas de irse del lugar, no lo cree, haga la prueba y me echará un cuento…

* Diario de Valera…Uno de los avisos con fecha del 5 de octubre de 1900, dice lo siguiente: “Se alquila una casa cómoda con pieza de establecimiento, con mucha agua en el fondo, además, tiene un cuarto de palma a prueba de temblores. Está situada en la calle del comercio. La persona interesada en esta hermosa casa dirigirse a Luis Rivas”…
* Otro aviso del año 1900, en el Diario de Valera… «Carlos Guerra, practicante de arquitectura, ofrece al público aljibes de tres cargas de agua diarias. Hago fachadas arquitectónicas de todo tipo, así como cocinas, batería con una sola boca de fuego, fogones a precios baratos. Construyo aceras de ladrillos a 10 reales la vara a todo costo”.
* El 14 de marzo de 1901, en las páginas del “Diario de Valera”, se destaca un aviso que dice: “Atención, atención, resuelta definitiva mi separación de esta ciudad y por no tener capital para trasladarme, espero que las personas honradas que tengan cuentas pendientes conmigo, ocurran a pagármelas pues no puedo dejar ninguna suma pendiente por pequeña que sea…Hablo con los que son verdaderamente honrados, que estoy seguro que no desatenderán mi exigencia”.

 

Valera, marzo de 1901… Ernesto Spinetti

 

* Como el señor Spinetti se daba cuenta que nadie se presentaba a pagar las deudas contraídas, su abogado publicó el siguiente aviso… «A los deudores del señor Spinetti, les agradezco se presenten a saldar su cuenta; en caso contrario le será muy penoso ordenarme proceder judicialmente. Sírvase pues evitar gastos y ocurrir al señor Spinetti con la suma que le adeuda, y quedará agradecido como Ud. debe estarlo de él por haberle fiado”. Atentamente: N. Monreal Paredes.

Fuente: «Debajo del sol trujillano”. Julio César Borges

 

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