En el año de 1912 teniendo como Secretario del presidente Juan Vicente Gómez al Gral. Leopoldo Baptista empieza a maniobrar; para cobrarse una antigua deuda, el Dr. Victorino Márquez Bustillos; con el fin de crear más divergencias entre los Araujo y los Baptistas de las que ya existían.
Márquez Bustillos logra que el Gral. Juan Araujo hijo se levante en armas; en Jajo; en contra del gobierno del Gral. Víctor Manuel Baptista quien cuenta con la colaboración del Gral. Federico Araujo y otros jefes del “araujismo”.
El Gral. Juan avanza por los Distritos Urdaneta, Valera y Escuque sin presentar combates contra las fuerzas gubernamentales, exceptuando una escaramuza sin consecuencia que se presenta en “Los Cerrillos”. Gómez envía desde el Zulia unas tropas comandadas por El Gral. José María García quien es recibido por el mismo Gral. Víctor Manuel Baptista en la estación de Motatán.
García siguiendo las órdenes de Gómez desarma las huestes de Baptista e inicia contactos con la gente de Juan Araujo hijo, logrando que este baje de Jajó a Valera para entregar el armamento que posee. Por un tiempo más se mantiene Baptista al frente de la Presidencia del Estado y Araujo se retira a sus posesiones en Jajó.
En nuestro estado habían sido desarmados los dos caudillos trujillanos; Generales José Manuel Baptista; que renuncia y se dirige a Caracas dejando a cargo uno de sus hombres, el Gral. Rafael Colmenares; y Juan Araujo hijo.
Cuando recibe el Gral. García la orden de Gómez de cambiar el Presidente del Estado colocándose el mencionado “chácharo” de Gómez en el puesto que tenía Colmenares a pesar de la oposición que desde la Asamblea del Estado opone el diputado Manuel Palma; diputado de Betijoque, que rehúsa alegando que el Gral. Baptista es el presidente constitucional y que no había renunciado, pero al día siguiente la Asamblea Legislativa en ausencia de Palma realiza lo ordenado por García.
Al año siguiente; fin del periodo constitucional; se debe iniciar el proceso electoral. Se postula el Dr. Félix Montes para la Presidencia de la República por medio del periodista Rafael Arévalo González que termina en la Rotunda y el posible candidato debe partir al exilio para evitar dar con sus huesos donde terminó González.
Gómez cubre los últimos días de su gobierno en el año 14, da instrucciones a los Presidentes de Estado para que convoque a los Concejos Municipales para que soliciten un Congreso plenipotenciarios en Caracas. Se producen manifestaciones de los estudiantes y en el gobierno existen dos grupos; uno a favor de Gómez y otro que ya conspira en su contra. El que dirige este movimiento inconformista es el Gral. Delgado Chalbaud y Leopoldo Baptista.
El movimiento conspirativo fracasa y Delgado recomienda a sus acólitos a tomar prevenciones. Baptista viéndose espiado decide exilarse y por El Palito sale del país, acompañado por el Dr. Trino Baptista y el Gral. José Manuel Baptista.
Desde Curazao Leopoldo Baptista publica una carta a Gómez en donde lo acusa de abusos y de propósitos criminales para asentarse en el poder.
En el Congreso Plenipotenciario escoge a Gómez para la Presidencia, pero este se retira a Maracay dejando a Victorino Marqués Bustillos encargado de la Presidencia.
En Trujillo bajo la Presidencia de García se muestra el electorado apático para elegir los Concejo Municipales y Asambleas Regionales, pero las parcialidades políticas desaparecen y desde ese momento se dividen entre partidarios del Dr. Baptista por un lado; que se encuentran a la espera de acontecimientos favorables y por otro la gente del Dr. Márquez Bustillos y Juan Araujo hijo que colaboran con el Gral. García que desarrolla una política tolerante.
Pero en Escuque se producen enfrentamiento entre las dos facciones, en el caserío El Mamón se encuentra en la facción de Baptista el Gral. José María García; de mismo nombre que el Presidente de Estado; y el Coronel Ismael Valecillos, por la facción gubernamental los generales Blas Daboin, Santiago y Francisco Colmenter.
Un día es muerto el jefe de la facción “baptistera”; el Gral. García en un camino que comunica Escuque hacia La Macarena, sus partidarios juran vengarlo y nombran como jefe al Coronel Valecillos atacando Escuque matando a Santiago Colmenter y hieren a Ismael Ramírez escapando el Gral. Francisco Colmenter, salvándose el Gral. Daboin que se encontraba fuera de la población. Por un tiempo continua la guerra entre las dos facciones en donde se producen asesinatos como el de Carlos Hernández; liberal; Rodrigo Angulo, el Gral. Daboin y un hijo del Gral. García; el de los “baptisteros”.
Es elegido el Gral. Timoleón Omaña como Presidente del Estado y para apoyarlo Gómez envía el batallón Gómez N° 20 a mando de un “chácharo” el Gral. Vicente Rangel, comandados por el Gral. Julio Oliva y el Cnel. Tomás Ramírez. Este batallón es formado por delincuentes que por orden de su jefe realizan una persecución implacable contra los partidarios de Baptista.
Los “chácharos” queman y saquean las propiedades de los “baptisteros”, Carache, Burbusay y Santana que ayudan a los perseguidos son asoladas por los “chácharos” pero la venganza no tardaría de llegar con el asesinato del Cnel. Ramírez en un baile que se encontraba.
Son enviados por centenares los prisioneros enviados a las cárceles Gomecistas, como los generales Tomás Montilla, Benigno Araujo, Víctor de los generales Federico Araujo, José Rafael, Jacinto Villegas; que solicita amnistía; quien es obligado por Márquez Bustillo a entregar cuatro máuseres que tiene demostrando el conocimiento que tiene sobre los trujillanos ya que Villegas había sido oficial de confianza de los conservadores desde el tiempo del “León” de la Cordillera; Juan Bautista Araujo.
Los “chácharos”; comandados por Gral. Julio Oliva; solucionan la guerra entre “baptisteros” y el gobierno en el Distrito Escuque incendiando el caserío El Mamón sin importar que mujeres y niños queden sin viviendas.
En Valera sigue el movimiento conspirativo en contra de Gómez, que ahora es comandado por una mujer y aunque parezca mentira en esa época machista, es la joven Sofía Baptista; hermana de Leopoldo Baptista. Su hogar se convierte en la sede del movimiento conspirador a falta de sus parientes varones que se encuentra exilados y perseguidos por el gobierno Gomecistas.
Ella es la que se encarga de llevar las comunicaciones de Baptista a sus acólitos y les participa cuando “la invasión” es aplazada por ya no haber nada que hacer y que quedan extinguidos todos los compromisos políticos con ellos y que cada quien tome el camino que desee.
En ese círculo de oposición a Gómez aparecen ahora como jefes los generales José Gabaldón y Federico Araujo que le solicitan al Gómez la libertad de los trujillanos presos y Márquez Bustillos les pide que entreguen unos “supuestos” máuseres, en número de 2000 con que cuentan los antiguos “baptisteros”. Al final se realiza la negociación a pesar que solo quedan 400 máuseres viejos y Gómez libera a los trujillanos presos que en número de 600 se pudrían en las cárceles Gomecistas.
El 7 de octubre de 1917 llega el Gral. Juan Araujo hijo a Trujillo para ocuparse de la Presidencia del Estado; como otras veces lo ha hecho; por órdenes del Presidente del Estado Timoleón Omaña. Como era su costumbre Araujo se hospeda en la casa del Gral. Fabricio Vásquez y luego se dirige a la habitación de Omaña que esta frente a la Plaza Bolívar.
Llega el Cnel. Lope Faría; Alcalde de la cárcel pública; y su ayudante el Cnel. Vivas y detienen a Araujo, que es trasladado al castillo San Carlos donde permanece durante muchos años con grillos en las piernas, sometido a grandes vejaciones que aguanta con estoicismo como lo que era un “palo” de hombre ese gran caudillo trujillano. Esa es la historia de esas dos familias trujillanas y de cómo se enfrentaron a Gómez dejando muy en alto el gentilicio trujillano.
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