Mi Nota Fría sobre la UVM produjo «ronchas y picazón». Un grupo de estudiantes escenificaron un inducido, inoportuno, torpe y poco inteligente montaje, clara expresión de la crisis que vive la UVM, para protestar tumultuosamente durante la reunión del Consejo Superior. Dicen que la Nota Fría que publicó Diario de los Andes el lunes 27 de mayo en su plataforma digital, y el martes 28 en el impreso, los desprestigia y desprestigia la universidad, cuando el propósito y espíritu de esa nota fue resaltar que la UVM tiene recursos para superar la evidente e inocultable crisis que ha sacudido sus cimientos. Claramente afirmé en esa Nota Fría, y lo ratifico nuevamente: «la UVM tiene reservas, su existencia tiene sentido, muestra una historia de vida, hay éxitos y fracasos, hay vida, tradición, visión, misión, valores, hay mucha gente valiosa de abundante corazón, y lo más importante, dispuesta a rescatarla. Ese es el camino, lograr que la Universidad Valle del Momboy se conecte consigo misma, con lo mejor de si misma, para que cuando la turbulencia llegue al punto de bifurcación, donde se define el destino de las organizaciones, cambie lo que deba cambiar, se transforme, alcance mayores niveles de complejidad y expanda sus capacidades para volver a ser un activo generador de capital social».
Esas muchachas y esos muchachos que enviaron a protestar por la Nota Fría piden pruebas, y tienen derecho a solicitarlas para estar informados de lo que está sucediendo en la universidad, y con conocimiento de causa, actuar responsablemente y ser parte activa de las soluciones. Es necesario e importante que los jóvenes que enviaron a protestar por la Nota Fría conozcan los hechos que han generado las informaciones que los medios y diversas redes sociales han divulgado.
Es necesario e importante que los jóvenes que enviaron a protestar por la Nota Fría investiguen si sus decanos, directores y coordinadores cumplen con los requisitos de ley, si tienen las credenciales requeridas para el cargo y están capacitados para ejercer esas responsabilidades, o si fueron seleccionados por razones «extrañas» a las normas y requisitos académicos, en perjuicio de la calidad educativa y académica. Jovenes, la incompetencia desprestigia.
Es necesario e importante que los jóvenes que enviaron a protestar por la Nota Fría conozcan la trama de «Id3sco» y sus posibles repercusiones; trama en el sentido de contextura. Jóvenes, la opacidad desprestigia.
Es necesario e importante que los jóvenes que enviaron a protestar por la Nota Fría conozcan el escandalo en la facultad de derecho y soliciten que se tomen las medidas para que nunca más la UVM vuelva a vivir una tragedia de esa calaña. Jovenes, la corrupción desprestigia.
Es necesario e importante que los jóvenes que enviaron a protestar por la Nota Fría indaguen porqué su universidad ha retrocedido del quinto al vigésimo lugar entre las universidades privadas del país. Jovenes, la incapacidad desprestigia.
Esas muchachas y esos muchachos son la base para que la UVM se recupere y vuelva a ser orgullo de Trujillo. Recuerdo que en una ocasión le preguntaron a un expresidente del celebre y legendario Instituto Tecnológico de Massachusetts, de dónde provenía la grandeza del MIT, y sin demora dijo: «de la calidad de sus estudiantes». Es prioritario que esa inmensa y valiosa energía juvenil se oriente hacia la renovación de la UVM, y no se desgaste en tumultos inducidos, inoportunos, torpes y poco inteligentes. Es fundamental lograrlo.
El Consejo Superior tomó decisiones y acordó declarar en emergencia a la UVM e integró un excelente equipo de trabajo para conducir el proceso que la vuelva a convertir en un poderoso generador de capital social, lograr que su capital humano, su capital relacional, su capital ambiental y su capital direccional generen valor. Contribuir con ese noble objetivo es el propósito y la razón de ser de estas Notas Frías.
Finalmente le comento a esas muchachas y a esos muchachos que enviaron a protestar por la Nota Fría, que lo que desprestigia a una institución, de cualquier tipo, no es la información que sobre ella se publica, lo que en realidad desprestigia son las conductas y los hechos opacos que originaron esa información; por ejemplo, la preocupante opacidad que envuelve la trama de «Id3sco», trama en el sentido de contextura. Conversen con estudiantes y profesores de comunicación social, ellos los pueden orientar al respecto. Transparencia en lugar de opacidad. Estoy a su orden para conversar.
Tal como lo señalé en la anterior Nota Fría, lo que sucedió debe ser materia de aprendizaje para toda la comunidad universitaria. El rescate y la renovación es tarea de todos. La UVM debe salir fortalecida y renovada. El momento es ya. Manos a la obra. Dios bendiga a toda la comunidad universitaria UVM.