Concluye el 2025, un año difícil, de dificultades, limitaciones, tristezas y desafíos, pero también de logros, alegrías, satisfacciones y esperanza: un año de VIDA.
Hoy, 24 de diciembre, Nochebuena, mañana Navidad, a una semana del nuevo año 2026, un año que debe ser de decisiones, determinación, inteligente prudencia y coraje.
Un año de cambios y transformaciones.
Un año en el que tu decisión, tu determinación y tu coraje, pueden ser la diferencia entre el éxito y el fracaso. Conciencia de ello: darnos cuenta. Existe un poder transformador en el darse cuenta.
Desde Diario de Los Andes agradecemos a Dios, a nuestros seguidores y lectores, a nuestros anunciantes y aliados comerciales, a nuestros amigos que nos apoyaron, y a nuestros equipos de trabajo, por su generosa presencia y el apoyo que nos dieron.
Van mis deseos por coraje para seguir adelante, atrevimiento para cambiar las cosas, mucha vida porque existir no es suficiente, retos y desafíos para sentir, pensar y actuar, soltar para conservar y seguir siendo.
Recordemos que en la entrada de la casa de Carl Jung en Suiza hay una inscripción en latín: Vocatus atque non vocatus, Deus aderit—’Invocado o no invocado, Dios está presente'».
Un fuerte abrazo.
EMU
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