Mi Trujillo convulsionado por todos su costados, pero no porque la gente tenga mucho dinero para comprar, como era costumbre por estas fechas, sino por las colas para adquirir comida, colocar gasolina o la desesperación por sacar efectivo de los bancos, o aquellos que hacen una huelga porque no tienen gas, y es cierto, no solo es Trujillo, es Valera, Boconó, por cualquier parte donde se mire, estas navidades han sido colapso total. No es invento, la realidad así lo demuestra.
En orden cronológico, las colas desde la tarde del miércoles y con ascenso en la madrugada en las estaciones de servicio para colocar gasolina, pero luego a medida que fue saliendo el sol aumentaron los problemas, la gente en la cola de Pdval cerró la vía porque de más de 300 personas en espera para comprar, solo sortearían a 40 personas, y en el lugar aún cuando es dependencia del gobierno, no aceptan las tickeras del Bono del Niño Jesús.
Minutos más tarde, en el sector Cruz Verde, la gente de Las Trincheras salió y cerró la vía que da directamente al centro de la ciudad de Trujillo, pero además, lo hicieron por El puente Machado, no había acceso al centro por esa zona, con sus bombonas en mano dijeron “queremos gas”. De allí no se movieron hasta obtener respuesta. Asi transcurrió el amanecer en la ciudad capital.
Emboscada a los comerciantes
Para finalizar la ajetreada mañana del jueves, el Sundde en compañía de la Guardia del Pueblo llegó a los comercios formales de Trujillo para venderles la mercancía a mitad de precio, específicamente a “Parthenon” donde la medida era vender con 50% de rebaja para el pueblo.
Pero no fue tarea fácil, los comerciantes se unieron e impidieron el atropello, hicieron un cordón para evitar esta acción, muchos comerciantes informales prefirieron recoger su mercancía para evitar retaliaciones y bajaron la Santamaria del negocio, mientras que la gente que andaba por el centro estaba haciendo la cola para aprovechar “la ganga”, golpeaban la Santamaria para que les vendieran la mercancía, pero finalmente los funcionarios se retiraron y no hubo venta a precios de “gallina flaca”, como pretendían hacer dos puntos de vistas divididos. Lo mismo ocurrió en Monay, los comerciantes se unieron para defender a quienes el gobierno pretende hacerles vender barata su mercancía.
¿Qué va a pasar?
Para quienes salen a comprar comida o colocar gasolina, la situación es insostenible, “qué va a pasar” se preguntan fuera de micrófono y grabador, quieren respuestas de cómo salir de la crisis, mientras por necesidad se mantiene atados en colas y limitados a comprar lo que necesitan para vivir sus navidades. Así lo hace saber la gente cuando habla con los periodistas de lo que viven día a día.
