«No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos»
O.K Bernard
Los venezolanos, actualmente atravesamos por una situación inédita. Nunca antes habíamos pasado por algo ni siquiera parecido. Es por eso que me atrevo a tratar de analizar la «mirada actual del venezolano». Los nativos de este «bello» país, se han caracterizado por la espontaneidad, una sonrisa a flor de labios ante cualquier adversidad, su disposición al trabajo, formador de hogar responsable. Vemos diferentes tipos de mirada, de acuerdo al momento o a lo que está padeciendo en su vida personal, familiar, laboral, etc.
Vemos en la cara diferentes tipos de mirada. Mirada alegre, los ojos vivaces, oteando el horizonte y con una sonrisa, buscando, hurgando el motivo de esa alegría, optimista. Mirada triste, los ojos entreabiertos, mirando el horizonte, perdido en el tiempo y espacio, buscando un refugio. Mirada dolorosa, los ojos húmedos, sufriendo internamente algo sucedido, un familiar enfermo, una mala noticia, la pérdida irreparable de un familiar, un amor que de su alma se aleja, pero, no le dice adiós. Mirada sentimental, cuando llega a su hogar y se encuentra con que su esposa e hijos, no han comido algo ese día, porque su salario es miserable y a duras penas alcanza para lo más mínimo y necesario. Mirada lánguida, aquel ser que cuando llega a su trabajo, se encuentra con la noticia de reducción de personal y a paso lento y perdido regresa a su hogar, con el pensamiento en el mañana. Mirada de hambre, esa mirada perdida, no ha logrado probar bocado esos días y anda buscando donde conseguirlo. Miradas que matan, cuando en su pensamiento, lleno de problemas que le es difícil resolver y no consigue la manera de una solución inmediata. Mirada preocupante, inestable, buscando un ¡porqué !; qué está sucediendo….Mirada soñadora, inspirado en la mujer que ama, o en la linda joven que está conquistando, soñando despierto en el hijo que está próximo a nacer, en las proximidades del grado universitario. Mirada despectiva, no dando importancia a lo que sucede a su alrededor. Mirada egoísta, aquella que no quiere aceptar la realidad. Mirada de horror, la experimentamos cuando estamos frente a algo que sucede y no hemos estado acostumbrados a observarlo. Mirada escéptica, asombrado, asustado.. Mirada pícara, aquel personaje que con una sonrisa, también pícara, da su aprobación a cualquier motivo.
Son numerosas los tipos de miradas que tenemos, por diferentes motivos, situaciones que a diario vivimos. Hoy día el venezolano atraviesa por una situación nunca antes vivida. Padecemos de innumerables problemas y que tenemos que sortearlos día a día, que no vemos una luz al final del túnel. Vivimos con una esperanza; las esperanzas son verdes.