Este año Venezuela no tiene ningún mérito para figurar en la premiación Campeones de la Malaria en las Américas que se realizará el 6 de noviembre. El país, por el contrario, es protagonista de malas noticias: pese a la censura epidemiológica que existe, se conoció que hasta el 21 de octubre se reportaron 206.240 casos de la enfermedad solo en el estado Bolívar, lo que representa un incremento de 42% con respecto al mismo lapso de tiempo reflejado en la semana 41 en esa región cuando se produjeron 144.762 casos.
La malaria en el estado Bolívar sigue desbordada y los antimaláricos no llegan desde julio. Se trata de la entidad en donde la epidemia, que puede causar daños en el hígado, en el sistema nervioso central y fallas renales en la persona, ha tenido la mayor concentración de casos en el país. Además, la población lidia desde hace un año con una epidemia de difteria, que se desató en ese lugar luego de haber permanecido controlada durante 24 años, y, más recientemente, con casos de sarampión.
Las últimas estadísticas epidemiológicas en el país datan de diciembre del año pasado. “En el año 2016 se registraron en Venezuela, de acuerdo con cifras oficiales emanadas del Ministerio del Poder Popular para la Salud, un total de 240.637 casos de paludismo, lo cual representó un incremento de 76% con respecto al número de casos del año 2015. De esos 240.637 casos, 178.088 casos se registraron en el estado Bolívar”, precisó el médico Marcos Lima.
La crisis de salud continúa y la escasez de medicamentos también. Se desconoce cuántos antimaláricos se han importado a través del Fondo Estratégico de la Organización Panamericana de la Salud, pese a que en octubre el organismo internacional informó que había hecho entrega de 1.100.000 tabletas de primaquina, que se usan como tratamiento fundamental para la malaria.
“Hasta el momento los funcionarios del Ministerio para la Salud han manifestado que la primaquina no había llegado porque el cargamento se encontraba retenido en aguas internacionales como consecuencia del bloqueo impuesto por los Estados Unidos, lo cual no es correcto ya que la orden ejecutiva emanada por el presidente (de Estados Unidos) Trump no incluye la importación de alimentos ni de medicinas y la mayor parte de las drogas antimaláricas no proviene de los Estados Unidos, sino de la OPS y la OMS, por lo que no están sujetas a retención. Además, la orden fue dada el 25 de agosto del presente año y desde el año 2016 hay escasez de dicho fármaco en el país”, denunció Lima.
Hoy los ambulatorios no entregan los antimaláricos a los pacientes, pero en el municipio Sifontes, donde se concentran hasta la fecha 109.510 casos, la primaquina se cotiza en dos gramos de oro o en 50 dólares en el mercado negro.
Lima explicó que las tabletas de primaquina son usadas para tratar, junto con el antimalárico cloroquina, los tipos de paludismo vivax y falciparum y actúa en el ciclo evolutivo del parásito sobre el que no actúa la cloroquina. “Si se usa solo cloroquina puede ceder la fiebre, pero queda en estado latente alguna forma del parásito. Dos semanas después, el paciente presenta la reaparición del mal si no se realiza el tratamiento completo. La tasa de curación es de menos de 20%. Eso puede ocurrir una y otra vez y el parásito se va haciendo resistente y puede ocurrir una mayor tasa de defunción”, expresó el médico.
La estadística de mortalidad por esta enfermedad es uno de los tantos secretos mejor guardados por el Ministerio para la Salud. En julio se filtró la data y se supo que hasta esa fecha solo en Bolívar fallecieron 66 personas a causa de esta enfermedad, mientras que en el último anuario de mortalidad que publicó el Ministerio para la Salud en 2013 se reportaron 38 fallecidos, de los cuales 26 eran del estado Bolívar.