La junta birmana extiende el estado de emergencia en plena escalada del conflicto

Naypyidaw (Myanmar), Fotografía de archivo, tomada el 27/03/2024, que muestra al líder de la junta militar birmana, Min Aung Hlaing, que detenta el poder luego del golpe de 2021. (Birmania) EFE/EPA/NYEIN CHAN NAING

Bangkok, 31 ene (EFE).- La junta militar de Birmania (Myanmar) anunció este viernes una nueva extensión del estado de emergencia para «estabilizar» el país, que se encuentra en plena escalada de violencia cuando este sábado se cumplen cuatro años del golpe de Estado.

Con esta nueva prórroga, la séptima desde el golpe, las fuerzas armadas mantendrán plenos poderes ejecutivos y legislativos en los próximos seis meses, durante los que no se podrán convocar elecciones, una de las promesas de los militares desde la asonada.

El anuncio se produce con el conflicto en plena escalada, debido a enfrentamientos entre el Ejército y guerrillas de minorías étnicas y fuerzas prodemocráticas, que han ganado terreno a los generales sobre todo en los pasados quince meses.

La decisión, anunciada en un comunicado al término de una reunión del consejo militar de Birmania liderada por el jefe de la junta, Min Aung Hlaing, se basa en que es necesario extender el estado de emergencia pues «aún se necesita estabilidad para celebrar elecciones generales libres y justas».

Es necesario «mejorar la economía, la educación y la salud, reconstruir áreas afectadas por desastres naturales, poner fin a los conflictos internos y lograr la paz», dice el escrito.

Asimismo, la junta militar reafirma su compromiso de preparar una «elección general democrática multipartidista», en una fecha que todavía no se conoce, «y continuar con el censo para obtener listas de votantes válidas y confiables para la elección», si bien la oposición se encuentra o bien ilegalizada o en el exilio.

El Ejército se encuentra en sus horas más bajas desde que en octubre de 2023 varias guerrillas lanzaran la llamada «Operación 1027» en el norte de Birmania, que luego se extendió por buena parte del país con apoyo de milicias prodemocráticas.

En los últimos meses, el régimen castrense ha invitado en varias ocasiones a sus rivales a sentarse a negociar acuerdos mediados por China, oferta rechazada por la mayoría de las guerrillas étnicas y prodemocráticas, así como por el Gobierno de Unidad Nacional (NUG), que opera en la semiclandestinidad y se declara la autoridad legítima de Birmania.

La ONU alertó esta semana de que la crisis en Birmania no hará sino empeorar este año, con más de 6.200 muertos en manos del Ejército desde el golpe, según cifras de la Asociación para la Protección de Prisioneros Políticos de Birmania.

La asonada destruyó una década de transición democrática en el país, liderada por la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, detenida desde el levantamiento militar, y sumió a Birmania en el conflicto y la semianarquía.

 

 

 

 

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