Quito, 11 abr (EFE).- La jornada electoral en Ecuador, en la que se elige al próximo presidente del país, se inició con largas filas en muchos colegios, pero transcurre en sus primeras horas con absoluta normalidad, a diferencia de la primera vuelta, cuando se registraron todo tipo de incidencias.
Mucho más relajada que la del 7 de febrero, en la que también se elegían a otras autoridades, muchos ecuatorianos se aglomeraron desde las 07.00 de la mañana (12.00 GMT) con la apertura de colegios en todo el país, para ejercer su derecho a voto.
Efe constató en la Unidad Educativa Giovanni Antonio Farina, en la zona de Valle de los Chillos, una fila de más de dos cuadras antes siquiera de la apertura de las urnas, más otra adicional para personas de la tercera edad, aunque enseguida las columnas fluyeron.
LARGAS FILAS
Una imagen que se ha repetido en algunos colegios de la capital y de otras ciudades donde la gente ha preferido madrugar para disponer del resto del día libre.
Las aglomeraciones se han registrado también en el colegio Ampetra, en el sector de Chillogallo, al sur de la ciudad, en la Unidad Educativo Larrea, en el sector Centro, y otros muchos.
Sin embargo, en escuelas como la Amable Arauz, en Conocoto, al sureste de Quito, la afluencia era mucho menor, aunque el tráfico en la zona notorio, constató Efe.
El voto en esa unidad educativa iba ágil y sin incidencias, con una mayor organización del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Alrededor de la escuela había vendedores de comida, aunque más lejos que habitualmente, y los plastificadores de documentación para proteger el certificado de voto, indispensable en el país para la mayoría de trámites.
En términos generales, las filas accedían con normalidad a los colegios y respetando las normas de seguridad estipuladas dado el creciente índice de contagios de la covid-19 en el país en los últimos dos meses.
Según los últimos datos, Ecuador acumulaba este sábado un total de 344.877 casos durante la pandemia y 17.275 fallecidos entre 12.356 confirmados y 4.919 «probables».
Debido a que en esta segunda vuelta solo se sufraga en una papeleta, las colas se movían con mayor rapidez que el 7 de febrero.
Por el momento, ni el CNE ni los medios locales han informado de incidentes o irregularidades, en unos comicios que se celebran bajo la mirada de unos 300 observadores internacionales, y que por su importancia están sometidos a mayor escrutinio.
«NO HABRÁ APAGÓN INFORMÁTICO»
Algo más de 13 millones de ecuatorianos están convocados a las urnas para elegir entre el correísta Andrés Arauz y el centroderechista Guillermo Lasso a quien será el sucesor de Lenín Moreno, que dejará el cargo el próximo 24 de mayo.
«Independencia de poderes, libertades, ese es el legado principal que admiro y que deja el presidente Moreno», dijo María Alejandra Muñoz, vicepresidenta de Ecuador, en la inauguración de la jornada en el CNE.
Por su parte, la presidenta del CNE, Diana Atmaint, trató de disipar cualquier temor de fraude ante las denuncias que hubo en la primera vuelta de parte del movimiento indígena, y en las de 2017 cuando Moreno, entonces candidato del correísmo, ganó la Presidencia a Lasso.
Se han tomado «las medidas necesarias» y «reforzado el sistema para garantizar la transparencia», afirmó Atamaint al recordar el apagón informático de 2017 que muchos interpretaron entonces como fraude porque las tendencias de voto se cambiaron al reiniciarse los sistemas.
«Los apagones informáticos quedaron en el pasado. La ciudadanía podrá observar los primeros resultados oficiales a partir de las 19:00», aseguró la jefa del organismo electoral.
El CNE ha suspendido a última hora la difusión del llamado «conteo rápido», un pequeño muestro real y representativo del voto, para evitar confusiones como las que ocurrieron el 7 de febrero, y porque con una sola papeleta el escrutinio se espera que sea mucho más ágil que entonces.